El sistema de salud pública de la provincia de Tierra del Fuego atraviesa un escenario de fragilidad alarmante.

La reciente entrevista que la Dra. Viviana Müller, Directora General del Hospital Regional Río Grande, le concedió a Radio Fueguina, dejó en evidencia que las debilidades que padece el nosocomio local no tienen una única razón.

Y a pesar de que el análisis debe pasar por varios puntos, lo cierto es que la falta de políticas públicas concretas por parte del Gobierno de la Provincia que permitan captar y seducir a nuevos profesionales, es uno de los motivos principales que conlleva a que la demanda de la comunidad de Tierra del Fuego no pueda ser atendida como corresponde.

En este sentido, basta con mencionar las declaraciones de la propia Dra. Müller que, si bien destacó el enorme esfuerzo y el trabajo del personal de la salud que hoy se desempeñan en el Hospital Regional Río Grande, dejó en claro que, a diferencia de otros años, en la actualidad son cada vez menos los profesionales que deciden venir a radicarse a la isla para poder ejercer su profesión y crecer junto a sus familias. “Hoy, cuesta muchísimo porque en gran parte de las provincias del país tenemos los mismos sueldos entonces no se mudan a Tierra del Fuego. Antes era más tentador desde los sueldos a la calidad de vida”, advirtió Müller.

Cabe recordar que el Ministerio de Salud de la Provincia lanzó una reciente convocatoria para cubrir el plantel de médicos que prestan servicio en la guardia del hospital y los resultados fueron muy negativos. Tan solo dos profesionales se presentaron y a pesar de haber incrementado el monto en el valor de las guardias, fueron cinco finalmente los médicos que se inscribieron en el último anuncio.

En paralelo, es difícil imaginarse el arribo de nuevos profesionales a un sistema de salud público provincial que desde hace semanas continúa con diversos reclamos por parte del gremio de la sanidad que reclama mejores salarios con bombos y banderas en el hospital donde indudablemente debe prevalecer la tranquilidad para los pacientes que asisten y, por supuesto, para quienes desempeñan su labor diaria. Es un tanto insólito proyectar buenos resultados en una convocatoria de profesionales mientras el hall del Hospital y los pasillos principales se ven rodeados de reclamos.

Según explicó la propia Directora del nosocomio local, en algunas oportunidades tan solo dos clínicos se han quedado a cargo de la atención para todo el hospital. Y esta falta de profesionales clínicos también se traslada a otras áreas como, por ejemplo, salud mental, una de las más cuestionadas por la comunidad de provincia donde el índice de suicidios no deja de crecer y preocupar.

En este contexto, pensar en un sistema de turnos que sea eficiente y ágil para quienes lo necesitan, se transformó prácticamente en una utopía.

Mientras tanto, los reclamos de los vecinos y vecinas de Río Grande son cada vez más y no hay respuestas concretas por parte del Ministerio de Salud del Gobierno de la provincia que desde hace días vienen admitiendo la falta de recursos económicos para poder hacer frente a los distintos programas del Ejecutivo.

Como si la falta de profesionales fuera poco, a esto se suman las denuncias judiciales por presunta mala praxis que, por supuesto, ponen en alerta no solo a la propia comunidad, sino a aquellos profesionales que deciden o tienen pensado radicarse en la isla.

El fallecimiento del reconocido camarógrafo de Canal 13 Río Grande, José Ángel Mansilla, conllevó a una gran manifestación social con posterior denuncia por parte de su propia familia por presunta mala praxis. Desde el juzgado de instrucción, a cargo de la jueza Cecilia Cataldo, ya notificaron hace varias semanas, a tres médicos que habían atendido en el Hospital de Río Grande a Mansilla.

Además, la Justicia también busca esclarecer la muerte de Kevin, el niño de tan solo siete años que, según denunció su familia, le diagnosticaron tortícolis y terminó falleciendo por una “infección generalizada” el pasado 23 de mayo. Por este caso, el Juez de Instrucción N°2, Raúl Sahade, ya imputó formalmente a los tres médicos que intervinieron y dispuso la prohibición de salida de los profesionales mientras la causa continúa su curso.

Y no son los únicos casos teniendo en cuenta que la justicia también busca dilucidar la muerte de un bebé de un año quien falleció en su casa del Barrio Austral el pasado 14 de junio y que había sido tratado por presunta “bronquiolitis”. Se busca esclarecer si el bebé finalmente falleció por un problema cardiaco de base y COVID 19.

Así las cosas, el sistema de salud pública de Tierra del Fuego continúa sumergido en una profunda crisis que está muy lejos de resolverse a pesar del enorme esfuerzo que día a día ponen los profesionales del Hospital de Río Grande, y el de la propia Directora Viviana Müller, quien debe ingeniarse de qué manera se puede atender los diversos problemas de funcionamiento que tiene el nosocomio local, en medio del ruido de los bombos por las protestas del personal de salud, y de las causas judiciales que continúan su curso. La falta de respuestas por parte del Gobierno, es algo que, lamentablemente, también persiste.