El productor de la “Granja Porcina”, Daniel Parún, manifestó su preocupación ante la posibilidad de cerrar su emprendimiento a raíz de la falta de una caldera, como también la falta de accesibilidad a un matadero para poder faenar sus animales, remarcando que ni el Municipio, ni la Misión Salesiana han querido entablar un diálogo con el fin de evitar la perdidas de los animales ante estas diversas problemáticas que se la han presentado.
En ese marco, Daniel Parún detalló el volumen de producción que se vería afectado si opta por cerrar las puertas de su emprendimiento “tenemos 100 madres, casi 800 animales y estamos planificando que de acá a fin de año vamos a sacar 20.000kg de cerdos que se producen acá”, manifestando que “hoy tengo ganas de tirar todo por la borda porque me tienen cansado”.
Entonces, el productor explicó que es lo que esta sucediendo “hace dos semanas que tengo la granja cerrada porque estamos haciendo mantenimiento, en esta época hay mucho trabajo en lo que es servicios en la granja para todos los futuros lechones que van a nacer a fin de año para las fiestas. Decidí cerrar por diez días para pintar, ordenar, para que la gente descanse así tenemos un buen impulso para fin de año porque se trabaja un montón”.
Por lo cual, puntualizó en que “el domingo me dijeron que no se podía traer a los animales porque la gente estaba de vacaciones y yo necesitaba faenar. Me dijeron que llevara una parte y llevé 15 animales como corresponde, en el horario que ellos pidieron. Ayer a la mañana me dijeron que no me iban a poder entregar a los animales porque se rompió la caldera, y es otra vez lo mismo”.
Detallando que “me dicen que me quede tranquilo porque ya licitaron la caldera nueva y me están jodiendo. No se puede sostener un emprendimiento productivo con siete empleados y un montón de compromisos. Yo tengo mis animales para vender y no los puedo comercializar porque no está la caldera”.
Manifestando que meses atrás a modo de solución “les dije cómo lo podían resolver, yo les compré unos quemadores para poner debajo de la escaladora que es como si fuera una olla muy grande para poner los animales adentro. Llevé un plomero, hice hacer la instalación ahí adentro y después me lo descontaron de la faena. Esto se los dije hace más de un año y resulta que hoy está la caldera rota y otra vez hay que poner los quemadores. Me están jodiendo, y juegan con el esfuerzo de la gente, porque hoy no hubo faena para nadie”, dijo muy angustiado Parún.
Asimismo, indicó que también “hay un productor muy importante que estaba muy enojado porque no puede cumplir con sus compromisos. Me dice que estaba pensando en ir a faenar a Río Gallegos, pero para eso tiene que hacer aduana, pagar la balsa para el cruce y después traer los animales faenados. Es una locura y así no se puede sostener, hablan de matriz productiva y se tienen que poner las pilas, dejar de sarasa. Yo estoy re cansado y ya es una cuestión casi de salud”.
Por otro lado, dio cuenta del estado de los animales que trasladó al matadero los cuales se encuentran sin comida, ni agua “yo tengo 700 animales bajo techo, no puedo estar dándoles agua con una manguera, tengo chupetes y el animal desde que nace hasta que va a la faena está acostumbrado a tomar agua por chupetes. Le dije al director que pusiera el chupete para los animales que llevan 20 horas sin tomar agua. Hoy le tuve que dar agua con mangueras y no están acostumbrados, uno les tiene que tirar agua en la trompa para que se den cuenta de que es agua. Hay abandono, dejadez, desidia, y es indignante”, sostuvo.
Por tal motivo, Parún apuntó en que “le dije al director del matadero que me haga una nota y me hizo una notita que publiqué en las redes sociales que por razones de fuerza mayor no me pudieron faenar. Discutí con Lapadula, pero te pone cara de póquer. Hace dos años y medio que está y desde que llegó le dije que tenía que resolver el problema del matadero porque iba a empezar a faenar más animales, lo que me dijo fue que yo me haga la planta. Él me dijo que iba a poner más personal y que iba a duplicar los turnos. Estoy harto y ellos no entienden el esfuerzo que uno hace, mi familia, mi mujer, mis hijos, mis empleados. Los que no cumplen con sus deberes son ellos”, advirtió ante la falta de respuestas.
A su vez, se refirió a la opción de faenar en La Misión Salesiana y dijo “durante muchos años estuvo La Misión Salesiana, pero de buenas a primeras, cuando La Misión le alquiló los galpones al municipio, dejaron de faenar cerdos. La planta de faena que está en La Misión Salesiana la armó el Estado provincial, que le paga los sueldos a La Misión y no tributan a la AFIP. Sin embargo, La Misión faena cerdos para ellos cuando ellos quieren”.
Ante esto, aseguró que “es totalmente desleal la competencia y no le importa a nadie. Hace dos años hicimos una presentación y casi se nos cagaron de risa. Primero dijeron que no tenían tiempo por la pandemia, después no tenían lugar así que lo mandaron a archivo. Cuando mi abogado se quejó le dijeron que no era válido el reclamo. La Misión no paga nada y encima hacen la faena cuando ellos quieren, con un médico veterinario que no está habilitado por SENASA para hacer el análisis de triquinosis. La única médica veterinaria habilitada por SENASA para realizar los análisis es una doctora que está en el laboratorio de la Sociedad Rural”.
“Ellos faenan lo que quieren, cuando quieren, lo que ellos quieren, y yo tengo que estar haciendo fila porque hay otros productores, y los productores de la margen sur también tienen que estar”.
Dado a todas estas problemáticas y trabas burocráticas, el productor Daniel Parún esta analizando seriamente cerrar su emprendimiento, por lo que dijo “voy a probar unos meses más y si esto no se resuelve, con todo el dolor del alma voy a cerrar mi establecimiento porque no se puede vivir más así. Para julio hay más de 20 madres para parir y son 200 capones, eso multiplicado por 10kg para el mes de diciembre tengo 20.000 kilos para sacar, pero no puedo faenar 15”.
Igualmente, expresó que “estoy llevando muchos productos a Ushuaia, a hoteles, restaurantes, hay gente que invierte un montón, pero ya el desgaste es tan importante y la indignación es tan grande que hoy estoy pensando seriamente si vale la pena hacer esto. El intendente nunca me llamó, le mandé mensajes un montón de veces. Le molestó cuando yo cerré hace dos años en julio, pero yo lo llamé varias veces para decirle lo que estaba pasando y nunca me atendió”.
“Yo cerré la carnicería porque no tenía faena. Es gente que nunca tuvo que preocuparse por pagar el 931, nunca supo lo que es tener que pagar una carga social. Todos los productores de la Sociedad Rural no pueden faenar y están cansados. Cuando yo cerré en julio el Estado Provincial me dio un aporte no reembolsable de $290.000 que lo usé para comprar 20 jaulas de gestación que ya están armadas y funcionando. Hoy tengo 30 jaulas de maternidad y hoy una sola jaula cuesta $150.000. Con mi señora apostamos a esto y vendimos todo lo que teníamos, hasta nuestra casa y hoy pagamos un alquiler porque arriesgamos y apostamos a esto. La verdad que me equivoqué y hoy estoy pensando en cerrar. Hay que estar en mi lugar, porque es una fortuna lo que uno tiene invertido”, manifestó.
Por último, detalló que él “hace seis años que estamos ofreciendo cerdo fresco en la ciudad y en la provincia, casi todos los días. Es un riesgo tremendo. Si uno dice que están haciendo las cosas mal, les molesta y no les gusta. Ojalá el intendente Martín Pérez me llame por teléfono y me diga si podemos hablar y yo le voy a contar todo esto, le voy a mostrar las fotos porque hay más de 15 informes presentados sobre lo mal que se faenaban los animales. Yo no pido plata, simplemente que en el matadero funcionen las cosas bien, nada más y, si quieren, que cobren un poco más”, cerró Parún.
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