Se trata del caso que involucra a un suboficial de la Policía Provincial, quien prestaba servicio en la Comisaria Quinta de Rio Grande, y se encontraba apartado de sus tareas por hechos de violencia de género.

El pasado lunes, el efectivo quedó detenido luego de irrumpir por segunda vez en el domicilio de su ex pareja, oportunidad en la que habría abusado sexualmente de la misma, incumpliendo una prohibición de acercamiento dispuesto por el juzgado.

Por este último hecho, el efectivo en situación de “pasiva” fue detenido por orden del Juez de Instrucción, Dr. Daniel Cesari Hernández, acusado formalmente de “abuso sexual agravado, violación de domicilio, daños, amenazas, lesiones y privación ilegítima de la libertad”.

En declaraciones con Minuto Fueguino, la denunciante brindó su testimonio de los hechos acontecidos, e indicó que teme por su integridad ante la posible liberación del mismo.

Sobre la cronología de los hechos, la mujer indicó que, durante la cuarentena, se registró un primer hecho policial, oportunidad en la que mantenían una relación de convivencia. “Tuvimos unas discusiones y me golpeó, me retiré de mi domicilio a la madrugada y fui a la casa de mi mamá. En ese momento solo pedí una orden de acercamiento, no quise hacer la denuncia penal por las constantes amenazas que se iba a quedar sin trabajo por mi culpa”.

A pesar que la medida dispuesta, manifestó, “tuve la orden por 30 días, la incumplió contantemente. Él trabajaba en ese entonces en la Comisaria Quinta y me mandaba mensajes a través de mi hermana”.

Sin embargo, la mujer reconoció que luego de meses, se restableció el vínculo entre la pareja, pero el 17 de diciembre pasado se registra un hecho por violación de domicilio. “Había ingresado a mi casa por la ventana, estaba dormido, cuando se despierta empezamos a discutir, se puso violento, me empezó a pegar hasta que me pude salir y llamé a la policía a las escondidas”.

Y relató, “me dijo que me vaya a esconder, cuando fue a abrir la puerta dijo que no pasaba nada, que no había nadie ahí, hasta que me acerqué y les dije a los policías que entraran. Ahí hice la prohibición de acercamiento y la denuncia penal por las lesiones, también porque entró a mi casa sin mi permiso rompiendo la ventana. Pusieron una ronda periódica en mi domicilio; pero pasaron menos de una semana, y se reactivó después de lo que sucedió en enero”.

Ante esto, se dictó una nueva orden de restricción de acercamiento sin fecha límite, la misma prevalecía hasta la semana pasada, cuando irrumpió nuevamente en la casa de la mujer. “El domingo a las 7 de la mañana me encontraba sola durmiendo en casa, cuando escucho un ruido muy fuerte, me levanto y lo veo en el piso, con la fuerza que abrió la puerta se cayó. Estuve por unos minutos intentando que se vaya y no había forma de hacerlo entender para que se calme, y que se retire. Ahí es cuando me lleva a la pieza y abusa de mi”, manifestó.

Finalmente, el detenido fue trasladado al edificio del juzgado de Rio Grande, para prestar declaración indagatoria ante el juez actuante, y se negó a realizar alguna exposición.

Pese a que aún no se ha pedido la excarcelación, seguirá detenido aguardando una resolución procesal que en 10 días se debe resolver.

“Me da miedo que salga así sea con pulsera, porque claramente a él no le importa nada. No me da seguridad que el salga con una pulsera y yo esté con un botón, se lo dije al juez”, y cerró: “si no iba al juzgado no me enteraba que él estaba detenido, no sabía si él estaba en la calle o en la comisaria, porque nunca me lo notificaron a eso”.