El lunes pasado, el barco pesquero Centurión del Atlántico protagonizó un preocupante incidente al chocar contra el muelle del Puerto de Ushuaia. El impacto ocurrió durante una maniobra de aproximación que resultó problemática, ya que la nave ingresó al puerto a una velocidad inapropiada. Esto provocó dos colisiones sucesivas, aunque los tripulantes lograron finalmente detener y amarrar el buque. Afortunadamente, no hubo otras embarcaciones amarradas en ese sector del espigón en el momento del incidente.

Los daños materiales se limitaron a dos protecciones del muelle, sin afectar significativamente la infraestructura portuaria. De hecho, el puerto continuó operando con normalidad, recibiendo incluso la visita de un crucero de gran tamaño que se dirige a la Antártida. Sin embargo, las consecuencias para el Centurión del Atlántico fueron mayores: el barco fue trasladado a la rada en la Bahía de Ushuaia, donde permanecerá hasta que se complete la inspección de sus motores y se determine su aptitud para navegar.

Según fuentes extraoficiales, la empresa Estremar, operadora del buque, ha iniciado gestiones con su aseguradora para cubrir los costos relacionados con la reparación del motor y los daños en el muelle. También se está evaluando si las reparaciones necesarias para el motor podrían implicar el traslado del barco a Noruega, donde se encuentra el fabricante del equipo.

La Prefectura Naval Argentina está llevando a cabo una investigación para esclarecer las causas del incidente. Aunque se ha sugerido que los vientos cambiantes podrían haber dificultado la maniobra, este argumento no ha convencido del todo a las fuentes consultadas. La conducta de la tripulación y del práctico responsable de la maniobra también está bajo revisión, y se espera que declaren como parte del sumario en curso.

Un aspecto que genera preocupación es la falta de información clara por parte de las autoridades y de la empresa Estremar. Hasta el momento, las comunicaciones oficiales han sido escasas, dejando muchas preguntas sin respuesta sobre los procedimientos implementados tras la colisión. La transparencia en la gestión de incidentes de esta naturaleza es fundamental, especialmente en un puerto como el de Ushuaia, que registra un alto tráfico de embarcaciones durante la temporada de verano.

Mientras continúa la investigación, el Centurión del Atlántico permanecerá fuera de servicio, afectando la cadena de actividades vinculadas a este barco pesquero, uno de los más importantes que operan en el puerto. La situación pone de manifiesto la importancia de mejorar los procedimientos de maniobra y de garantizar una comunicación efectiva en incidentes que involucran a embarcaciones de gran porte.