El presidente de la Cámara de Turismo, Ángel Brisighelli, fue consultado por Radio Universidad 93.5 sobre la temporada de invierno que, hasta ahora, registra un bajo nivel de reservas que no supera el 20% de la oferta de camas, cuando en temporada normal ronda el 60%. Además se refirió a la limitación de ingreso a los argentinos que quieren regresar al país, dado que “la mejora que se anunció fue muy marginal, porque se pasó de 600 pasajeros por día a un cupo de 700, y eso no es ni un avión adicional. El problema no se solucionó para nada y se va agravando con el transcurso del tiempo”, dijo.
Vacaciones flojas
Si bien no han cambiado los requisitos de ingreso desde que comenzó la temporada turística de verano en diciembre pasado, no hay buenas perspectivas para el invierno. “Se pide el certificado que emite la Nación, el alojamiento en un establecimiento habilitado y una obra social o prepaga con cobertura en Tierra del Fuego. No se pide PCR. Para el ingreso terrestre tampoco hubo cambios. Los papeles de circulación para salir de aquí a Santa Cruz siguen siendo los mismos, la autorización de Migraciones y el formulario de Chile para hacer el cruce. Siguen cerradas las fronteras y no estamos hablando de turismo extranjero sino nacional”, manifestó.
“Los números que estamos manejando son bajos, por un lado porque nos falta el turismo internacional, y por otro porque el proceso de ventas de julio se vio bastante afectado por la vuelta a fase 1 a fines de mayo. Eso afectó muchísimo el número de reservas que teníamos para julio. Los números son bajos y de hecho en Ushuaia el 70% de los hoteles todavía están cerrados. Cuando uno hace un relevamiento completo sobre la cantidad de camas instaladas en Tierra del Fuego, la ocupación está alrededor del 15 o el 20% en los hoteles, cuando en un año normal deberíamos estar en un 60%”, comparó.
“En este momento Ushuaia está con tres vuelos diarios, pero a medida que los vuelos se van completando, Aerolíneas va a agregando otros. En días puntuales llegamos a tener seis vuelos. A partir de la próxima semana, que comienza el período de vacaciones en la provincia de Buenos Aires, vamos a tener cuatro vuelos diarios como mínimo, es el momento de más alta demanda, y algunos días pueden llegar a seis. Esos vuelos están bien ocupados y eso es bueno, porque si Aerolíneas pone vuelos la intención es que no vengan vacíos”, expresó, agregando que “tres veces por semana hay conexión con Calafate y el resto de los vuelos son directos a Buenos Aires”.
Cerro Castor
Respecto de la actividad en el Cerro Castor, todavía no hay definiciones sobre el ingreso de los equipos de esquí internacionales que vienen a entrenar. “Se está trabajando con el Ministerio de Turismo de Nación y el área de Deportes para ver si se lo puede habilitar pero no hay ninguna confirmación. Hubo declaraciones de una vocación de solucionar este tema y que haya una posibilidad de ingreso, ya que estarían dentro del marco del DNU del año pasado, que habilitó el ingreso de deportistas de alto rendimiento a la Argentina. Es el mismo DNU que habilitó el ingreso de los deportistas que venían a jugar la Copa Libertadores. Habría una posibilidad de autorizarlo pero falta la resolución del Ministerio de Turismo y que encuadre a estos grupos dentro de ese DNU, si bien esta gente no viene a competir sino a entrenar. Todavía no hay nada definido”, reiteró.
“En el caso de los esquiadores, la estadía es de siete días en Ushuaia. El que está haciendo turismo tradicional generalmente combina la semana de vacaciones con Calafate. El costo más importante es el aéreo y una forma de amortizar ese pasaje es visitar los dos destinos. Hay que dividir a los turistas en dos grandes grupos, el esquiador y el turista tradicional. El esquiador viene a esquiar y es un pasajero que sólo si viene con un grupo familiar que no esquía puede tomar otro servicio. El turista tradicional no suele ir tanto al Cerro Castor. Es un pasajero que consume los servicios tradicionales, el parque nacional, el tren, los catamaranes, la excursión a los lagos, realiza actividades en otros centros invernales, como alguna excursión con perros, trineos, motos de nieve, ese tipo de servicios”, detalló.
Temporada de cruceros
Consultado sobre la temporada de cruceros, sigue la incertidumbre. “Desde el gobierno de la provincia lo que se anunció fue la aprobación del protocolo del puerto de Ushuaia. En esa misma reunión, donde estaba el Ministro de Turismo de la Nación, hubo una declaración política muy importante respecto de que la Nación iba a autorizar el ingreso de cruceros a partir de octubre. Es importante, porque para la solución de cualquier problema el primer paso es una declaración política del Estado. Ahora lo que estamos esperando es la parte resolutiva y necesitamos saber qué va a pedir el Estado a los pasajeros que van a circular por crucero, cómo van a ingresar, si van a tener que estar vacunados o no, si se va a pedir PCR o no. Toda esa información está faltando y estamos a la espera de las resoluciones”, dijo.
Aerosilla del Martial
Por otra parte se le preguntó sobre la situación de la aerosilla del glaciar: “Está en una situación indefinida. La empresa que ganó la concesión no cumplió en tiempo y forma con el compromiso de inversión y con las obras que tenía que hacer. Sabemos que el INFUETUR está en un proceso de renegociación con el concesionario para tratar de acomodar la situación y que se pueda seguir adelante con las obras de inversión que hay que hacer”.
Respecto de la posibilidad de tercerizar la obra, para que se pueda avanzar, consideró que “se puede ceder el contrato, si bien no tengo el conocimiento fino y no esto ciento por ciento seguro. No conozco en detalle por qué no se hicieron las obras, pero evidentemente hay alguna situación vinculada con el parate de dos años por la pandemia”.
Finalmente lamentó que un punto estratégico en el circuito como Petrel “sigue en la nada. No hay concesión ni llamado a licitación ni nada. Petrel sigue en el estado de abandono que ha tenido los últimos 16 años y está bajo la órbita del INFUETUR”.
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