Se trata del caso de Belén, vecina de Rio Gallegos que en el año 2014 radicó la denuncia sobre un agresor sexual que pertenecía a la Iglesia Cristiana y Misionera de esa ciudad.
El acusado, Miguel Triviño, fue procesado en primera instancia, pero ahora el Juzgado de Recursos revocó el procesamiento. Actualmente es pastor en Ushuaia, de forma tal que la mujer pide que se aceleren los tiempos en la Justicia y que de una vez por todas se tomen las resoluciones concretas.
“Hace siete años que estoy esperando el juicio por un abuso que sufrí de chica dentro de una iglesia de Rio Gallegos. Esto sucedió en el 2007, tenía en su momento 16 para 17 años”, dijo Belén en el programa de radio Yo te Avise de Ushuaia.
La víctima pudo denunciarlo en 2014 luego de sufrir varias crisis de salud e intentos de suicidio que propiciaron que ella pudiera hablar.
Iniciadas las actuaciones y pericias, Triviño fue procesado por “abuso sexual con acceso carnal en la modalidad de delito continuado”. Sin embargo, a pesar de que la denuncia fue probada, la víctima denuncia el intento de archivarla.
Ahora, Belén sigue transitando despachos judiciales, esperando que la causa se eleve a juicio para que su agresor vaya preso y tenga una sentencia firme que se ajuste a la gravedad del delito cometido.
“Nos iba a buscar junto con mi hermano a la casa para ir a realizar comida que después vendían. Uno se da cuenta cuando una persona es perversa, presentía que no era buena persona, me sentía incomoda”, se animó a relatar la mujer.
“El pasaba por atrás mío y me toqueteaba, actuaba así incluso cuando había más gente, no es que estaba sola. A la tarde cuando los discípulos salían a vender, con mi hermano nos quedábamos en la iglesia esperando que mi mamá nos vaya a buscar cuando salía de trabajar”, añadió.
“Se aprovechaba porque lo engañaba a mi hermano mandándolo a comprar gaseosa o algo para la merienda, ahí fue que se aprovechó de mí”, expresó.
Al año siguiente, se animó a comentar lo que había padecido a sus padres, quienes se presentaron en la Iglesia en busca de una explicación.
En ese contexto, Belén manifestó lo ocurrido frente al Pastor de la iglesia, Bolívar Santos, donde el mismo solicitó una reunión a solas con la misma y luego con los padres.
Esta información estaría constatada en el expediente donde el pastor y el acusado admiten que existió. “Me dijo que Triviño se había confesado, que era cierto, pero que iba a quedar todo ahí, que no se iba a hablar más del tema”.
“No me dejó decir nada que entraron mis padres, el pastor les decía que mentía, pero mi mamá nunca dudo de mí. Tuve otra crisis, me fui de la iglesia porque ya no quería saber nada de esto”.
En esa circunstancia, sumó, “cuando mi caso salió en los medios el pastor Bolívar Santos, entorpeció el trabajo de la Justicia trasladándolo a Ushuaia. Ahora otra vez estoy luchando para que mi causa siga en curso”, dijo tras conocerse hace poco tiempo la decisión de revocar el procesamiento.
Dicho fallo no lo dice específicamente, pero opera bajo una lógica que desacredita el relato, cuando dice que la posibilidad de “fabular no fue descartada”.
“Quiero que no quede impune, que esto no se archive, me dejó grandes secuelas por eso no quiero escuchar esto mismo de la boca de niños o niñas. Me da bronca porque esta gente sigue caminando tranquilamente cuando una está con miedo, tratando de sobrellevarlo”.
“Me entere que está buscando voto de confianza con gente de Ushuaia para que lo acompañen porque se está dando cuenta que está acorralado”, manifestó por ultimo la denunciante.
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