Sus iniciativas incluyen utilizar electricidad de fuentes renovables, minimizar los desechos en las competencias y amoblar con camas de cartón reciclable el lugar donde se hospedarán las diversas delegaciones del mundo. La Villa Olímpica es tradicionalmente un lugar de encuentros. En los últimos Juegos de Invierno de Pyeongchang, la aplicación Tinder vio su utilización ascender hasta 350%, y en los de verano de Rio 2016, los organizadores distribuyeron 450.000 preservativos, es decir 42 por deportista.
Sin embargo, la edición en la capital asiática será distinta por las medidas sanitarias y las burbujas que deban realizar los distintos equipos para evitar posibles contagios de coronavirus. En este sentido, la compañía que fabricó los muebles aseguró que las camas fueron hechas para soportar hasta 200 kilos. “Hemos realizado pruebas, como lanzar peso en las camas. Mientras haya una persona recostada, deberían ser lo suficientemente sólidas para soportar la carga”, afirmó un portavoz de la empresa.
Por su parte, Takashi Kitajima, gerente general de la Villa Olímpica, aseguró: “Son más fuertes que las camas de madera”. También se tuvo en cuenta la posibilidad de una celebración salvaje después de, por ejemplo, una victoria por una medalla de oro. “Por supuesto, la madera y el cartón se romperían si saltaras sobre ellos”, agregó.
El Athletes Village, que se construyó junto a la Bahía de Tokio cuenta con 18.000 camas para los Juegos Olímpicos y está compuesto por 21 torres de apartamentos destinados para los protagonistas.
Otra de las medidas renovables se basó en la energía sustentable. Los organizadores de las justas se fijaron el objetivo de usar 100% de electricidad renovable en los sitios olímpicos. Sin embargo, solo de 30% a 35% de esta energía vendrá directamente de fuentes verdes, principalmente solar y biocombustibles. “Las sedes que no pueden adquirir electricidad renovable de las empresas locales convertirán su energía no renovable en renovable mediante la compra de certificados de energía verde”, indicaron los organizadores.
Las autoridades de Tokio aseguraron que “continúan trabajando para asegurar que el 99% de los bienes adquiridos para los Juegos sean reutilizados o reciclados”. También intentarán alquilar o vender los bienes cuando finalice la cita olímpica.
Los organizadores de los Juegos Olímpicos se comprometieron a priorizar la sostenibilidad en la edición de Tokio para demostrar que un país como Japón, un gran emisor de carbono, puede trabajar por un futuro más verde.
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