Mario Cachirilo, recuerda a su compañero de cancha Alejandro “Guata” Navarro. “Para mí fue inesperado porque estuvimos el jueves compartiendo cancha y me trataba de convencer para que el domingo vaya a acompañarlos. Fue algo repentino, porque no presentaba ningún síntoma de malestar a nivel salud y eso creo que ha sido lo más doloroso, no nos alcanzamos a despedir” lamentó.
Reflexionó que considera que su amigo si le hubieran preguntado “dónde te gustaría morir, él hubiera dicho ahí, en la cancha”. El futbol de salón antes de la aparición de Guata Navarro, “no era un deporte masivo, él fue el primer jugador en a ir al mundial en 1988 (Australia), luego en el 91 en Italia y en el 94’ Argentina salió campeón mundial. Detrás de todo eso hay una conducta personal, porque se convirtió en profesional sin cobrar un peso, sin duda ha sido el deportista más importante que ha tenido nuestra Tierra del Fuego por jugar la disciplina más reconocida”.
Les solicita a los vecinos que no se olviden de él, “recuerden los centros deportivos llenos teniéndolo como abanderado de Tierra del Fuego y después de la Argentina. No hay que olvidar que el futbol de salón en la provincia crece gracias a él, hoy en día hay chicos que viven de esto”. Recuerda sus anécdotas, risas, charlas que sin duda no olvidará, “éramos vecinos. Los hermanos no son solo de sangre, sino que también los vínculos” que se construyen con amigos, como lo ha sido y será el jugador.
Por otro lado, “tenemos la idea de bautizar la cancha del Centro Deportivo para ponerle el nombre del Guata” finalizó.
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