El sector textil de Tierra del Fuego atraviesa momentos críticos, con una reducción significativa en la cantidad de trabajadores en los últimos años. Según Roberto López, secretario general de la Asociación Obrera Textil (AOT), el panorama actual dista mucho del optimismo que se esperaba para 2024. "En 2023 éramos 600 compañeros. Ahora estamos enfrentando el posible cierre de Fabrisur, y si se concreta, quedaremos con solo 200 trabajadores", señaló.
La situación comenzó a deteriorarse en diciembre de 2023 con el cierre de Teo Grande, que empleaba a 25 personas. A esto le siguió la clausura de Textil Río Grande, afectando a cerca de 75 trabajadores, y posteriormente Barpla. López destacó que las dos principales empresas restantes, Australtex y Fabrisur, enfrentan un futuro incierto. Fabrisur ya notificó su intención de cerrar, aunque la decisión aún no es definitiva, mientras que Australtex opera actualmente bajo una medida cautelar judicial que permite su funcionamiento temporal.
En relación a Australtex, López explicó que la cautelar sigue vigente mientras el área de Industria revisa la documentación presentada por la empresa. Sin embargo, denunció trabas administrativas: "A pesar de la cautelar firmada, Industria no les permitió mover los camiones. No entendemos si es una falta de apoyo del gobierno actual hacia la industria textil en la isla", manifestó.
Otro factor que agrava la situación es el creciente lobby empresarial por parte de empresas del norte del país, que históricamente han señalado a Tierra del Fuego como una competencia desleal. "Ese lobby siempre estuvo, pero ahora este gobierno parece prestarle más atención. Cuando tuvieron la oportunidad de venir a la isla, no lo hicieron. No apostaron por Tierra del Fuego", lamentó López.
El sindicalista también recordó los esfuerzos realizados para lograr el decreto firmado por el entonces ministro Sergio Massa, que requería inversiones y modernización por parte de las empresas textiles. "Pensábamos que 2024 sería un buen año para nosotros, pero no fue así. Muchas empresas solo se sostienen con medidas cautelares, lo que genera una incertidumbre constante", afirmó.
Finalmente, López expresó su frustración y preocupación por el futuro del sector, que ha sido históricamente uno de los pilares de la economía local. "No sabemos si el problema viene del gobierno actual o de la falta de apoyo en general, pero es difícil mantener la esperanza cuando vemos tantas barreras", concluyó.
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