En el día de ayer el Gobierno de la Provincia anunció nuevas medidas para intentar detener el rebrote de coronavirus en Río Grande. Entre los sectores que suspenden sus actividades se encuentra el gastronómico, continuando con el servicio únicamente con la modalidad de delivery. Desde ese sector muestran su descontento ante un retroceso de la actividad que permaneció 3 meses inactivo.

El propietario del Bar Sonora, Rafael Chedrese, en dialogo con Minuto Fueguino se refirió al cierre de los locales gastronómicos por el plazo de diez días.

“Debido a los casos que han surgido esporádicamente en Río Grande, el Gobierno Provincial ha tomado algunas medidas que van en contra de todo lo que se había dicho hace un mes atrás. Lamentablemente nos toca a nosotros, a los bares, restaurantes, a los pubs y a los gimnasios porque supuestamente es donde más aglomeración de gente hay” expresó Chedrese a Minuto Fueguino.

Pese a la adaptación de protocolos para la atención, apuntó a la falta de controles por parte de las autoridades. “Nosotros con nuestro protocolo hemos perdido la capacidad en un 50%, no se pueden hacer mesas de 8/10 personas, entonces se volvió todo para atrás. Estamos muy tranquilos en el rubro de la gastronomía de que nosotros hicimos respetar el protocolo tal cual como nos fue demandado.

“Tuvimos casi 80 días solo a modo de delivery, después pudimos abrir un mes y cuando nos estábamos acomodando sucede esto de nuevo, pero esto es una cuestión de falta de control”. En ese sentido añadió, “en mi local tuve que invertir en muchos cuidados, en dar las charlas a los empleados que nos solicitó el Estado y ellos no pudieron controlar a la gente que entraba, es medio raro. Lamentablemente volvemos a pagar nosotros los privados”.

“Lo que más nos duele es que nosotros hicimos un control interno, hasta nos controlábamos con colegas para ver si estaba algo fuera de lugar, pero no tuvimos ningún control de gobierno ni de la municipalidad. Con la cantidad de gente que tienen, ¿no tienen inspectores para ir a 20 bares una vez por semana para ver que este todo bien? entonces no están haciendo bien las cosas” cuestionó.

“Si vendrían a fijarse un día viernes, y verían que no ocupamos el 50% de la capacidad no tendrían por qué cerrarnos. Lo ideal sería juntarnos respetando la distancia social para ver qué opina cada uno de los colegas, y vamos a ir a solicitarle al gobierno provincial un subsidio, sin devolución, para que podamos cumplir con los diez días que nos van a faltar de facturación” concluyó.