
La Ley 19.640, vigente desde 1972, vuelve al centro del debate nacional luego de que el Fondo Monetario Internacional recomendara su revisión en el marco del acuerdo con el gobierno argentino. En ese contexto, el economista Juan Pablo Delucca brindó una mirada crítica sobre los intentos de deslegitimar el régimen promocional de Tierra del Fuego, y lo ubicó como una herramienta clave para el desarrollo, la ocupación territorial y la proyección geopolítica del país en el Atlántico Sur y la Antártida.
Durante la entrevista con Radio Provincia, Delucca remarcó que “hay una mirada profundamente reduccionista desde algunos sectores del poder central, que se limitan a observar el impacto fiscal del régimen, sin tener en cuenta los beneficios estratégicos, sociales y productivos que genera para la Argentina”.
En esa línea, sostuvo que “la 19.640 no puede ser vista como un privilegio, sino como una política de Estado, que permitió el desarrollo de un polo industrial en un territorio de difícil acceso, con condiciones geográficas extremas y alta relevancia geopolítica. Lo que se ha hecho en Tierra del Fuego no es una distorsión: es soberanía construida con gente, con empleo, con infraestructura y con arraigo”.
El economista explicó que, más allá de las exenciones fiscales que otorga la ley, lo que está en juego es un modelo de país que considere el federalismo y la integración territorial como ejes fundamentales. “No es casual que cuando se cuestiona este régimen se omita deliberadamente hablar de su impacto en la ocupación efectiva de un espacio que tiene disputas vigentes con el Reino Unido en Malvinas, y con Chile por el sector antártico. Esa omisión no es técnica: es política”, apuntó.
Delucca también advirtió que los cuestionamientos que se hacen desde algunos organismos multilaterales, como el FMI, reproducen una lógica que prioriza el ajuste fiscal por sobre cualquier mirada estratégica. “Cuando el Fondo habla de ‘ineficiencias tributarias’ está evaluando a Tierra del Fuego con los mismos parámetros que una oficina en Buenos Aires, sin entender que acá la presencia del Estado es una condición de posibilidad para el desarrollo. Si se retira, ese vacío no queda sin ocupar: lo ocupan otros intereses”, dijo.
Asimismo, destacó que “Ushuaia es la principal puerta de entrada a la Antártida, y concentra más del 90% del tráfico logístico hacia el continente blanco. Esa ventaja no es solo geográfica, es también fruto de una política que apostó por consolidar la presencia argentina en un lugar estratégico”.
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