El secretario General de SETIA, Rodrigo Cárcamo, dialogó con FM Masters donde brindó detalles del complejo escenario que atraviesa el sector textil y confeccionista de Tierra del Fuego.
Al respecto, comentó que “la caída profunda del consumo obviamente iba a repercutir en los puestos laborales de nuestro sector que no escapa a la realidad. Hoy uno observa que la gente necesita priorizar sus ingresos y hacerse de comidas y otras cuestiones esenciales. La ropa y el calzado queda en un segundo y tercer plano y esto es una consecuencia de la caída abrupta del consumo. Esto lo venimos transitando desde el mes de enero.”
En este sentido, precisó que “soy parte de uno de los tres gremios que tenemos la representación de los compañeros textiles e indumentaria en la provincia y alrededor de 200 familias de manera directa en el conjunto de todo el sector perdieron su fuente de trabajo. la baja del consumo, la apertura de importaciones y el etiquetado posterior es muy peligrosa, impactaron de lleno en esta situación.”
Asimismo, afirmó que “en Buenos Aires se ve mucha prenda terminada importada en locales de venta y en los manteros. La totalidad de que lo venden es importada y hay un combo de varios factores que hoy por hoy lamentablemente repercuten de forma directa en nuestro sector. A nivel nacional no tenemos políticas de contención, de ningún tipo. No hay nada que proteja a la industria nacional en su conjunto, no solamente hablando de nuestro sector. No hay medidas que acompañen a la producción nacional.”
Consultado sobre la situación particular de la empresa Textil Río Grande, recordó que “hace un tiempo venía con muy poca producción. es una fábrica que en sus inicios era parte de un grupo empresarial que fue cerrando y al día de la fecha solamente la empresa Textil Río Grande no tiene ningún tipo de respaldo y es diferente a las otras empresas que forman parte de un grupo y cuentan con otra espalda.
Cárcamo reveló que “la situación que plantea la empresa Textil Río Grande es que no tienen más dinero para poder pagar ni siquiera las suspensiones. Entendiendo esa situación, los compañeros se ponen a resguardo viendo los telegramas y procediendo a iniciar algún tipo de acción legal para cobrar, en todo caso, sus indemnizaciones como corresponde. Son alrededor de 63 personas que forman parte de Textil Río Grande. No sabemos qué decisión final terminará ejecutando la empresa.”
Finalmente, advirtió que, en líneas generales, el sector textil se encuentra trabajando a un 35% de la capacidad instalada “que tenemos, en los mejores casos, porque la mayoría están trabajando a un 15%.”
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