Luego de que se reactivara la producción de manera progresiva debido a la pandemia del COVID-19,varias de las empresas textiles en Río Grande reflejaron algunos inconvenientes económicos de cara a los trabajadores, pese a la ayuda recibida desde el gobierno nacional a través del Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP), que colaboró con el pago de la mitad de los salarios en distintas firmas del rubro como Textil Río Grande y Australtex.
En este sentido, las fábricas pagaron sólo hasta el 20% de la mitad de los haberes; en otros casos hubo recortes en materia de viáticos, transporte, refrigerio y otros derechos de los trabajadores.
La situación más preocupante la atraviesa el centenar de empleados de Textil Río Grande, inmersos en un panorama incierto. La firma más antigua del rubro en la ciudad se encuentra en concurso de acreedores desde 2018 y en los últimos días dio a conocer un plan de retiro voluntario para reducir el personal, con propuestas de pago del 30% de la indemnización en un pago; el 65% en seis cuotas; o el 100% en doce cuotas.
Perteneciente al Grupo SEDAMIL, la empresa fue una de las pocas que aún no empezó a producir en el contexto del aislamiento social, preventivo y obligatorio, pero además no abonó los salarios correspondientes a los últimos dos meses (en los cuales los trabajadores sólo recibieron los denominados ATP del gobierno nacional) y se registraron incumplimientos en los aportes jubilatorios.
Sin representación de la firma en Río Grande, los empleados se movilizaron (junto a sus pares de Australtex) en plena cuarentena al Ministerio de Trabajo, y ayer decidieron montar una carpa en las afueras de la planta, a la espera de una respuesta concreta.
Con cierta calma después de la firma de un acuerdo con la empresa transitan los últimos días los empleados de la propia Australtex, que resolvió, la semana pasada, junto a los representantes del gremio de la Asociación Obrera Textil (AOT), abonar sumas fijas para subsanar deudas desde marzo hasta la primera quincena de mayo.
Sin embargo, los más de 200 empleados de la firma aguardan definiciones con respecto a la quincena en curso y los meses próximos, cuyas cifras quedaron sin definir y serán consensuadas a nivel nacional entre la AOT y la Federación de Industrias Textiles Argentinas (FITA), la cámara empresarial del sector. Ese acuerdo también contemplará al persona de Textil Río Grande, Australtex y Fabrisur.
La última de las mencionadas, en el final de la semana pasada, tuvo una convocatoria de trabajadores por el faltante de transporte, que fue resuelto con vales.
También hubo quejas en torno a la falta de recibos de sueldo, debido a que los empleados recibieron los depósitos de abril pero desconocen en concepto de qué pagos o ítems.
Las empresas de producción de “blancos”, que nuclean a sus trabajadores en el Sindicato Obrero de la Industria del Vestido y Afines (SOIVA), también abonaron los salarios en cuotas (Badisur, Blanco Nieve y Armavir, por ejemplo) y sólo Sueño Fueguino rubricó un acuerdo por el 70% del haber bruto.
Además, en todos los casos se hace el pago de sólo seis horas (menor a la jornada completa), en cuyo ítem las empresas aducen que el límite de horario corresponde a una situación que las excede.
Entre los gremios que están involucrados al sector, SETIA (supervisores del rubro) se declaró en estado de alerta y movilización, mientras AOT y SOIVA también hicieron presentaciones formales al Ministerio de Trabajo de la provincia, con diversos resultados.
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