La llegada de la primavera trae consigo un escenario de renovación natural, con flores que brotan y días soleados que invitan a disfrutar al aire libre. Sin embargo, para muchas personas, esta época también marca el inicio de la temporada de alergias, ya que el polen, uno de los alérgenos más comunes, se dispersa fácilmente en el aire, desencadenando molestias que pueden afectar la calidad de vida.
Entre los síntomas más frecuentes de la alergia al polen se encuentran los estornudos, congestión nasal, picazón en los ojos y un malestar general que puede impedir disfrutar plenamente de las actividades al aire libre. Ante este panorama, es esencial adoptar medidas que ayuden a mitigar la exposición al polen y aliviar los síntomas.
Trucos para reducir la exposición al polen:
- Usá mascarilla FFP2: este tipo de barbijo es una barrera eficaz contra el polen cuando salís al exterior.
- Protegé tus ojos: unos lentes de sol no solo son un accesorio de moda, también evitan que el polen entre en contacto con los ojos.
- Consultá los niveles de polen: existen sitios web especializados donde podés verificar la previsión de polen en tu zona y organizar tus actividades según los niveles de concentración.
- Elegí bien el momento para salir: evitá las horas de mayor concentración de polen, como el amanecer y el atardecer. Es preferible salir durante las horas centrales del día.
- Hidratate adecuadamente: beber agua antes, durante y después de las actividades al aire libre ayuda a mantener hidratadas las vías respiratorias y a reducir la irritación.
- Cambiá tu ropa al llegar a casa: al regresar del exterior, es importante cambiarse y ducharse para eliminar el polen adherido a la piel y ropa.
- Utilizá filtros antipolen: instalá estos filtros en los aires acondicionados y recordá cambiarlos regularmente para mantener su eficacia.
- Evitá actividades que levanten polen: no realices tareas como cortar el césped o barrer, ya que estas actividades pueden aumentar la exposición.
- Adaptá tu rutina de ejercicio: si corrés al aire libre, intentá elegir momentos del día y lugares con menor concentración de polen y ajustá tu ritmo según cómo te sientas.
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