
Los nuevos aranceles impulsados por el presidente estadounidense Donald Trump abren un escenario complejo para la industria tecnológica, en especial para Apple. Con una carga impositiva del 54% sobre productos fabricados en China, los iPhone podrían experimentar aumentos de hasta un 40%, según estimaciones de la consultora TechInsights.
El iPhone 16 Pro, bajo la lupa
El último modelo del smartphone insignia de Apple, el iPhone 16 Pro de 256 GB, podría pasar de costar u$s580 a u$s850, si se tienen en cuenta los nuevos costos asociados al ensamblaje en Estados Unidos y el impacto de los aranceles. Este aumento también se explica por el incremento del valor de la mano de obra: mientras que el ensamblaje en China cuesta alrededor de u$s30 por unidad, en EE.UU. podría alcanzar los u$s300.
Redirección de la producción y dudas en la estrategia
Ante este panorama, Apple comenzó a trasladar parte de su producción desde India hacia Estados Unidos, buscando amortiguar el impacto de los aranceles. Sin embargo, aún con esa medida, los costos siguen siendo elevados y la incertidumbre regulatoria complica la planificación a largo plazo. La compañía ya había logrado evitar medidas similares en la administración anterior de Trump, pero esta vez el contexto es diferente. Golpe en Wall Street
El efecto no tardó en notarse: las acciones de Apple cayeron un 19% en tres días, registrando su peor desempeño en más de 20 años. El iPhone representa cerca del 50% de los ingresos de la empresa, por lo que cualquier medida que afecte su cadena de producción tiene un impacto inmediato en los mercados.
Consejo para usuarios
Ante la incertidumbre, especialistas recomiendan a los consumidores extender la vida útil de sus dispositivos actuales, ya que el precio de los nuevos modelos podría alcanzar niveles históricos.
La guerra comercial entre Estados Unidos y China vuelve a tensionar la economía global, y el iPhone se convierte en símbolo del costo que pueden tener las decisiones políticas sobre la tecnología de consumo.
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