Reloj biológico
El proyecto, que incluye a casi 200 investigadores de todo el mundo, es conocido por su descubrimiento de los relojes epigenéticos. Horvath, investigador de la Universidad de California, propuso hace una década un método para medir la edad biológica mediante la observación de la adición de marcas químicas en el ADN que actúan como interruptores y modifican la expresión de los genes.
El análisis de este proceso, conocido como metilación del ADN, acumula cambios en los cuerpos con el envejecimiento y permite calcular la edad de un individuo con un margen de error de algo más de tres años.
Jason Ernst, profesor de química biológica, informática y medicina computacional en la UCLA, dijo: "La tecnología que diseñamos para medir los niveles de metilación del ADN en los mamíferos junto con las contribuciones de muestras de tejido de un gran consorcio de investigadores condujo a la producción de un conjunto de datos altamente único que, cuando se analizó con herramientas computacionales y estadísticas avanzadas, reveló una comprensión más profunda de la relación entre la metilación del ADN, la vida útil, el envejecimiento y otros procesos biológicos en los mamíferos".
La metilación del ADN
La metilación del ADN es un mecanismo por el cual las células pueden controlar la expresión génica, activando o desactivando los genes. En estos estudios, publicados uno en Science y el otro en Nature Aging, los investigadores se centraron en las diferencias de metilación del ADN entre especies en lugares donde la secuencia de ADN es generalmente la misma.
Para estudiar los efectos de la metilación del ADN, los casi 200 investigadores, conocidos colectivamente como el Consorcio de Metilación de Mamíferos, recopilaron y analizaron datos de metilación de más de 15.000 muestras de tejido animal que abarcan 348 especies de mamíferos.
Descubrieron que los cambios en los perfiles de metilación son muy similares a los cambios en la genética a lo largo de la evolución, lo que demuestra que existe una evolución entrelazada del genoma y el epigenoma que influye en las características y rasgos biológicos de las diferentes especies de mamíferos.
Ralentizar el envejecimiento
Aunque no se niega que determinados factores ambientales aceleren el envejecimiento, los resultados de este segundo estudio refutan, según los autores, la creencia de que el envejecimiento sólo se produce como consecuencia de un daño celular aleatorio que se acumula con el tiempo.
De todos modos, los factores epigenéticos del envejecimiento, que popularmente se atribuyen a aspectos circunstanciales de la vida, como lo que se come, si se fuma o los niveles de estrés, también siguen un programa predeterminado.
Los responsables de estos trabajos también han observado cómo determinadas marcas epigenéticas pueden influir desde etapas muy tempranas del desarrollo, modificando la actividad de genes que regulan la producción de células madre y que marcan la esperanza de vida máxima de un individuo.
Evolución en el descubrimiento del envejecimiento
En trabajos anteriores observaron algunos efectos paradójicos en la relación entre la esperanza de vida y el tamaño de los perros. A diferencia de la mayoría de los animales, los perros pequeños viven más que los grandes. Esto puede deberse a que en esta especie las marcas químicas relacionadas con la esperanza de vida también influyen en los niveles más altos de grasa en la sangre de los perros grandes, para lo cual es perjudicial.
Los resultados publicados hoy representan, por el momento, una herramienta para comprender mejor qué sucede cuando los mamíferos envejecen y serán una importante fuente de información para los científicos que ven posible la extensión de la vida más allá de lo “programado” por la evolución.
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