El Gobierno avanzó en las últimas semanas una serie de acuerdos que congelan precios con las empresas y sectores de electro, ropa y celulares, entre otras áreas fuertes del consumo y que están dentro de Precios Justos fuera de lo que es masivo como alimentos, productos de limpieza y de higiene personal.
En ese marco, representantes del sector privado indicaron a El Cronista que las negociaciones fueron enfáticas. "El aumento es cero", reconocieron sobre los términos en los que se plantea la medida que busca sostener el consumo y la actividad.
Mejoras de bolsillo y el impacto de la inflaciónLas perspectivas para los ingresos y el consumo de este año prevén una pérdida contra la inflación, aunque no se descartan medidas de recomposición "dirigidas". La negociación por una suma fija, aseguran en los despachos oficiales, no tiene costo para el fisco porque es un acuerdo entre privados pero reconocen que tensionarían demandas del sector público y prestaciones sociales.
En ese sentido, en el Gobierno confían en que la desaceleración de la inflación que se vio en el número de mayo siga adelante y reduzca el impacto sobre el bolsillo. El secretario de Política Económica, Gabriel Rubinstein, habló de un "quiebre de tendencia", mientras que Economía explica en el Fondo Monetario Internacional (FMI) que la intervención en los mercados financieros sirvió para morigerar precios.
Los acuerdos se negocian con las empresas que estaban dentro de Precios Justos. No habrá un lanzamiento, sino que se publicará una adenda dentro de cada convenio original. "Esto implicará después que se marque en la señalética de cada producto", explicaron fuentes oficiales.
El consumo se moverá a la baja entre 1 y 3% este año según las estimaciones de la consultora Scentia. Y si bien el poder adquisitivo volverá a caer este año, un sector del país se encuentra ante una "burbuja de bienestar" que impulsa el consumo, en especial de los bienes que pueden percibirse como "dólares". Así, las ventas de whisky, por ejemplo, aumentaron un 20% porque se percibe como un consumo dolarizado con acceso al dólar oficial.
Del otro lado, hay un sector que es cada vez más vulnerable por la suba de los precios de los bienes básicos. Un reciente informe de la UCA planteó la consolidación del fenómeno del trabajador pobre. Esto es: "ocupados que viven en lugares con ingresos por debajo de la línea de la pobreza". Así, se pasan niveles que superan el 20% hasta llegar al 29% de pobreza de trabajadores.
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