En el noreste de San Juan, en la región cuyana de Argentina, se encuentra un paisaje que evoca la apariencia de la superficie lunar. Con su suelo árido y tonalidades grisáceas, esta zona ofrece un panorama muy similar al del satélite natural de la Tierra. Este lugar, ubicado a 324 km de la capital de San Juan y a 124 km de Valle Fértil, se accede a través de la Ruta Nacional 150.

El Parque Provincial Ischigualasto, también conocido como el Valle de la Luna, es el protagonista de este paisaje único. La casi nula vegetación y la diversidad de colores que presenta el terreno contribuyen a su apariencia lunar. Entre las atracciones del parque, se destacan geoformas icónicas como el Hongo, el Submarino, la Cancha de Bochas y el Valle Pintado, formaciones que han sido moldeadas por miles de años de erosión. Este parque fue fundado en 1971 por Ley 3666 y más tarde, en 1995, declarado Lugar Histórico Nacional.

El clima del parque es igualmente extremo. Durante el verano, las temperaturas pueden llegar a alcanzar los 50°C, mientras que en invierno, las mínimas pueden descender hasta los 9°C bajo cero. Estas condiciones extremas, junto con la belleza de sus paisajes, hacen de Ischigualasto un destino fascinante.

Por otro lado, si lo que se busca es un rincón de encanto europeo, a poca distancia de Buenos Aires se encuentra Torrepueblo, un pintoresco lugar que transporta a sus visitantes a la región italiana de la Toscana. Este paseo al aire libre, de 8.000 metros cuadrados, no solo ofrece una arquitectura inspirada en Italia, sino que además brinda una experiencia gastronómica única, con platos italianos tradicionales como pastas frescas y pizzas cocidas al horno de leña, acompañados de vinos toscanos.

Si bien Argentina está repleta de destinos por descubrir, una opción para los fines de semana largos es Laprida, en el centro-sur de la provincia de Buenos Aires. Con su laguna, espacios verdes y su arquitectura que recuerda a Ámsterdam, esta ciudad de 12.000 habitantes ofrece una mezcla de naturaleza y cultura, ideal para quienes buscan una escapada cercana a la capital.

Finalmente, en el corazón de Buenos Aires, se encuentra el Patio Andaluz, un rincón del Parque Tres de Febrero que refleja la herencia arquitectónica de España. Este espacio, inaugurado en 1929, fue un regalo de Sevilla a Buenos Aires, y destaca por sus bancos revestidos en mayólica y su fuente central.