
Un cometa descubierto por un aficionado podría iluminar el cielo en las próximas semanas
Desde principios de abril, un nuevo cometa ha comenzado a captar la atención de astrónomos profesionales y entusiastas de la observación celeste. Su nombre es SWAN25F, y aunque aún no es visible a simple vista, ya ha generado gran expectativa por el aumento progresivo de su brillo mientras se dirige al Sol.
El descubrimiento fue realizado el 1 de abril de 2025 por el astrónomo aficionado australiano Michael Mattiazzo, a partir de imágenes obtenidas por el instrumento SWAN, que forma parte de la misión SOHO (Solar and Heliospheric Observatory) operada por la NASA y la Agencia Espacial Europea. A partir de allí, comenzó a monitorearse el objeto, que ya muestra un comportamiento muy activo.
Durante sus primeros días de seguimiento, el cometa mostró un crecimiento notable en su luminosidad. Observadores como Mike Olason, desde Arizona, reportaron el 3 de abril una magnitud de 10.6. Solo tres días más tarde, el 6 de abril, ya brillaba con una magnitud de 8.4, con una cabeza verde y una cola delgada que se extendía más allá del campo visual del telescopio.
Actualmente, SWAN25F se encuentra transitando por la constelación de Pegaso y se aproxima a la estrella Alpheratz, de Andrómeda. Para el 13 de abril se espera que pase cerca de esa estrella, momento en el que podría ser visto con binoculares por observadores con experiencia.
El momento más esperado será el 1 de mayo, cuando el cometa alcance su punto más cercano al Sol (perihelio), a unos 50 millones de kilómetros de distancia. Si sobrevive a ese intenso encuentro solar, podría hacerse visible a simple vista hacia fines de abril o inicios de mayo.
Lo más emocionante para quienes viven en el hemisferio sur es que, a partir del 5 de mayo, SWAN25F dejará de ser visible desde el hemisferio norte y comenzará a apreciarse desde latitudes australes, siempre y cuando las condiciones del cielo lo permitan. Se ubicará a unos 10° sobre el horizonte oeste tras el anochecer, lo que ofrece una buena oportunidad de observación.
La actividad del cometa ha sido particularmente llamativa. A medida que se acerca al Sol, su velocidad y su temperatura aumentan, provocando la liberación de gases y polvo que forman una brillante cola. Astrónomos como José Chambó ya reportaron detalles estructurales en esa cola, como chorros y fragmentaciones, indicios de un proceso dinámico y en evolución.
Nick James, de la Asociación Astronómica Británica, expresó cautela, aunque optimismo: “El cometa está aumentando de brillo rápidamente, pero necesitamos más días de observación para confirmar si mantendrá esa tendencia”. Por ahora, los pronósticos apuntan a que podría alcanzar una magnitud superior a 6, lo que lo haría visible con binoculares sin necesidad de telescopios.
Más allá del espectáculo visual, los cometas como SWAN25F son de gran interés científico. Su paso cerca del Sol permite estudiar de cerca la composición del sistema solar primitivo, ya que estos cuerpos contienen materiales que no han cambiado mucho desde su formación.
El caso de SWAN25F también destaca la relevancia de la colaboración entre científicos profesionales y aficionados. El hecho de que haya sido detectado por un astrónomo no institucional demuestra cómo el acceso a datos de sondas espaciales puede fomentar descubrimientos importantes desde cualquier lugar del mundo.
A medida que se acerca su perihelio, los astrónomos seguirán monitoreando su evolución para determinar si finalmente se convertirá en uno de los cometas más brillantes de los últimos años. Por ahora, sigue siendo una promesa brillante que podría dar un espectáculo inolvidable en los cielos del hemisferio sur.
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