
Mercado Pago, Ualá y otras billeteras digitales: cómo evitar estafas
La mayoría de los casos de fraude o estafas se originan a partir de errores cometidos por los propios usuarios al proporcionar datos como códigos, contraseñas o números de tarjeta sin verificar previamente la fuente que solicita dicha información. Por esta razón, es altamente recomendable utilizar únicamente los canales oficiales de las aplicaciones para comunicarse y abstenerse de responder mensajes que lleguen antes de que el usuario haya iniciado un reclamo a través de los canales habituales.
- No utilizar nombres propios
- Nombres de mascotas
- Fechas de cumpleaños
- Direcciones
La biometría, una clave para evitar estafas
Estar a la vanguardia en cuestiones de seguridad es crucial, especialmente para los bancos. Puntualmente, la biometría se perfila como una tecnología prácticamente infalible en lo que a seguridad de operaciones se refiere, especialmente en el terreno de la banca digital. Esto se debe a que utiliza las características físicas de las personas y sus patrones de comportamiento para confirmar su autenticidad. Tiene diferentes posibilidades de uso: alta en canales digitales, concreción de pagos, aceptación de nuevos productos, recupero de contraseñas.
“La detección de los ciberataques tiende a ser cada vez más compleja. Por eso es clave contar con tecnología acorde y aún más avanzada que la que utilizan los ciberdelincuentes, para poder prevenir este tipo de estafas”, señaló Marcelo Fondacaro, CCO de Veritran, compañía especializada en el desarrollo de soluciones digitales para la industria financiera.
Pero no cualquier tipo de biometría puede llegar a detectar identidades falsas a partir de inteligencia artificial. Si bien la biometría 2D es muy utilizada por las empresas, esta tiene muchas debilidades en términos de protección y puede ser vulnerada fácilmente, porque no identifica la tridimensionalidad de las facciones de un rostro humano. La biometría 3D, en cambio, es la que brinda una mayor capa de seguridad y la recomendada para el sistema financiero, capaz de validar la identidad de una persona y realizar una prueba de vida de manera sencilla y en apenas segundos, volviéndola prácticamente infalible y sin sacrificar la experiencia de usuario.
“Para reproducir una imagen alterada a través de inteligencia artificial se necesita un dispositivo, es decir, otro teléfono que se debe poner enfrente del teléfono que captura el rostro. Los dispositivos que tienen biometría 3D lo primero que hacen es evaluar si lo que está delante suyo es un teléfono o dispositivo, es decir, una pantalla, o una persona”, explicó Fondacaro.
Para verificar un rostro, la biometría 3D toma la distancia entre las distintas partes del mismo, por ejemplo, entre los ojos y la nariz, o la nariz y la boca. Luego, toma una serie de fotografías en movimiento para demostrar que la persona está viva. Este proceso crea un patrón biométrico o face-map, que sólo puede generar una persona viva. Por varios factores, la biometría 3D permite detectar que del otro lado hay un teléfono transmitiendo una imagen y no una persona, algo que la biometría 2D no podría lograr.
De todas formas, si bien no existe un mecanismo que garantice la eliminación total del crimen cibernético, la multiplicidad de mecanismos de seguridad informática aumenta las probabilidades de combatir estas situaciones. Por esto es tan importante la combinación de soluciones como la biometría con otras como el soft-token. El soft-token sirve como doble factor de autenticación, ya que ofrece un método adicional de validación a través de una OTP (One Time Password) o contraseña de un solo uso, que intensifica los niveles de protección de los usuarios a la hora de autorizar el uso o acceso a su cuenta mediante el dispositivo verificado.
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