
A partir de una reciente resolución del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas), la tradicional oblea con la fecha de vencimiento que habilita para la carga de gas natural comprimido (GNC)en las estaciones de servicio tiene los días contados. En 2018 comenzará a regir en todo el país un sistema mucho más avanzado que, según adelantan, sumará seguridad y evitará accidentes por instalaciones ilegales o renovaciones falsas. Se trata de un método de carga controlada que se basa en un lector de patentes y en un chip inteligente, que solo autorizarán la inyección del fluido si el auto está habilitado.
Según informa el portal Día a Día, “el Enargas viene analizando con los empresarios del sector (industriales, talleristas oficiales y expendedores de todo el país) la aplicación de lectores de patente y obleas “inteligentes” que permitirán habilitar o negar el ingreso del auto y la carga de GNC de forma automática, sin depender de la voluntad del playero de fijarse o no la fecha de expiración de la actual oblea”. De hecho, anuncia el portal, en una serie de reuniones ya se debatió el tema entre los especialistas y hay un documento consensuado que tiene como objetivo mejorar los parámetros de seguridad, confiabilidad y transparencia del sistema.
“Habrá un doble control”, explica Julio Kademian, empresario del sector con asiento en la provincia de Córdoba. “Una súper cámara digital en el ingreso de la estación leerá la patente, como pasa ahora en los peajes, y avisará con una luz si está todo en regla”, adelanta. “Una vez en el sector de surtidores, un chip electrónico en el auto se conectará con el surtidor y si no hay problema, habilitará la carga, de lo contrario, no saldrá gas”, añadió.
Kademian estima además que el nuevo sistema se comenzaría a implementar el año que viene de forma paulatina para darle tiempo a las estaciones a adaptarse, por lo que la idea es que durante el 2018 convivan ambos sistemas hasta que se instale en las 2 mil estaciones que hay en el país. “Sistemas como éste ya funcionan en otros países, pero no se puede aplicar de un día para el otro, las cosas no se pueden hacer así”, asegura el empresario. Según sus estimaciones, la instalación del sistema rondará los 10mil dólares.
En cuanto a la funcionalidad de los lectores de patentes y del chip, aclaran que su objetivo primordial será mejorar la seguridad de todo el sistema y luchar contra dos problemas: los talleres que instalan equipos y no están debidamente autorizados y, por otro lado, la impresión y colocación de obleas falsificadas. En consecuencia, este novedoso doble control verificará si el taller instalador es uno de los habilitados, si la verificación anual no está vencida y si la prueba hidráulica que se hace cada cinco años está en regla. Además, permitirá saber si el equipo instalado en el auto tiene componentes no aptos o no autorizados por elEnte Regulador.
Compartinos tu opinión