En un escenario donde los precios de la economía corren a un ritmo del 20% mensual, los plazos fijos que ajustan por inflación (UVA) se volvieron una de las inversiones más demandadas del mercado para intentar resguardar el valor de los pesos. Sin embargo, para desincentivar a los ahorristas, en los últimos dos meses los bancos endurecieron las condiciones y requisitos necesarios para poder concretar la operación y hoy en algunas entidades financieras se volvió prácticamente imposible.
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