La Luna se aleja de la Tierra a un ritmo de 3,82 centímetros por año, un proceso imperceptible que podría provocar su desaparición de la vista humana en unos 50.000 millones de años, según cálculos de la periodista científica Sarah Romero. Este fenómeno es consecuencia de la fricción entre la superficie terrestre y los océanos, que desacelera la rotación de la Tierra y provoca el alejamiento constante de la Luna.
Aunque el distanciamiento es lento, ya está modificando la percepción del satélite en el cielo. Eventualmente, la Luna alcanzará una órbita estable, dejando de alejarse de la Tierra. Sin embargo, este cambio, que ocurrirá en una escala de tiempo extremadamente larga, podría afectar los ritmos biológicos y circadianos de los seres vivos en el futuro.
En agosto, la Luna protagonizó un "triángulo cósmico" junto a Júpiter y Marte, visible en diversas partes del mundo. Además, el próximo 2 de octubre ocurrirá un eclipse anular de Sol, visible principalmente en la región sur del país, un evento que promete ser un nuevo espectáculo astronómico.
A pesar de los avances en la carrera espacial, ningún país puede reclamar la Luna como propia, de acuerdo con el Tratado del Espacio Exterior de la ONU de 1967, que establece que la Luna y otros cuerpos celestes pertenecen a toda la humanidad.
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