
La reconocida psicopedagoga Liliana González ha lanzado una advertencia sobre la creciente soledad en las infancias y sus profundas consecuencias, durante una entrevista en la que abordó este fenómeno como una "epidemia" que afecta a niños y niñas en todo el país. Según González, la principal causa de esta soledad es la hiperocupación de los padres, quienes deben trabajar largas horas, dejando a sus hijos sin compañía y expuestos a la influencia negativa de las pantallas.
González explicó que la soledad en la infancia no es una condición natural ni deseable, y puede llevar a síntomas de aislamiento, introversión y miedo a enfrentar el mundo. "Una infancia sin jugar con otros, sin amiguitos de piel y hueso, y llena de pantallas, no es una verdadera infancia, es una infancia en riesgo", afirmó la psicopedagoga.
La especialista señaló que los niños que crecen en soledad, sin la compañía de amigos o familiares, pueden experimentar una profunda tristeza y desarrollar dificultades para relacionarse con otros. "Los chicos necesitan amigos para jugar, para aprender a compartir, competir y crear juntos", comentó González, subrayando la importancia de las interacciones sociales durante la infancia.
Además, González advirtió sobre el peligro de que los niños busquen compañía en la calle, donde pueden estar expuestos a situaciones de riesgo, especialmente aquellos que viven en barrios abiertos donde no es seguro salir a jugar. "Mientras más pobreza, más calles sin tutela y sin protección", indicó, resaltando la vulnerabilidad de los niños que carecen de la supervisión adecuada.
En un llamado a la acción, González sugirió que los padres, las escuelas y las comunidades trabajen juntos para crear espacios seguros donde los niños puedan socializar y jugar, como clubes en los barrios que ofrezcan actividades recreativas después de la escuela. También hizo hincapié en la necesidad de que los docentes estén atentos a los signos de soledad en el aula y durante los recreos, interviniendo cuando sea necesario para asegurar que ningún niño se sienta excluido o aislado.
"La soledad no es una buena compañía para un niño", concluyó González, exhortando a los padres a tomar medidas para asegurar que sus hijos no pasen largas horas solos frente a una pantalla, y a fomentar las interacciones sociales que son esenciales para un desarrollo saludable.
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