La longevidad de los canes está marcada por múltiples factores como la alimentación y sus cuidados, pero estudios recientes apuntan a que los canes de mayor tamaño o con hocicos cortos y anchos, como los Bulldogs, tienden a tener una menor esperanza de vida comparados con sus pares más pequeños.
Dicha investigación, emprendida por "Dogs Trust", la principal organización benéfica del Reino Unido en materia de protección canina, se enfocó en examinar la duración de la vida de estos animales. Los descubrimientos, publicados en la revista Scientific Reports perteneciente al grupo Nature, se derivan de un meticuloso análisis de más de medio millón de perros británicos, contemplando una variedad de más de 150 razas puras y mixtas.
Para llevar a cabo este estudio, se recopilaron datos de múltiples fuentes, incluyendo registros de razas caninas, archivos veterinarios, bases de datos de compañías aseguradoras de mascotas, organizaciones benéficas de protección animal y entidades académicas del Reino Unido.
De acuerdo con los resultados, la esperanza de vida promedio de los perros se sitúa en 12.5 años. No obstante, hay razas que destacan por su longevidad, como el Heeler de Lancashire, el Spaniel Tibetano y el Teckel mini, con expectativas de vida de 15.4, 15.2 y 14 años respectivamente.
Por otro lado, el estudio señala que los perros con hocicos cortos y anchos, conocidos como braquicéfalos, como el Bulldog francés, presentan un riesgo 40% superior de tener una vida más breve en comparación con aquellos de hocico más alargado, como es el caso del Border Collie. Asimismo, se observó que las razas de mayor tamaño presentan un 20% más de posibilidades de tener una esperanza de vida reducida en relación con las razas más pequeñas.
Además, la investigación resalta que, según la Encuesta Nacional de "Dogs Trust", razas predilectas en el Reino Unido como los labradores y los Cocker spaniels superan la esperanza de vida media, registrando 13.1 y 13.3 años respectivamente.
También se encontró que las hembras poseen una esperanza de vida ligeramente mayor que los machos, 12.7 años frente a 12.4 años. En contraste, algunas razas como el Pastor Caucásico, el perro de Presa Canario y el Cane Corso están en el extremo inferior de la escala, con promedios de vida de 5.4, 7.7 y 8.1 años respectivamente.
"Hemos visto que la esperanza de vida varía de un perro a otro, en función de la raza, el tamaño corporal, la forma de la cara y el sexo", destaca Kirsten McMillan, autora principal del estudio y directora de Datos de "Dogs Trust".
Aunque éste es el primer estudio en el que se han comparado y contrastado todos estos elementos junto con la historia evolutiva, los investigadores descubrieron que "muchos de estos factores interactúan y agravan el problema, por ejemplo, los perros machos de tamaño mediano y cara plana tienen casi tres veces más probabilidades de vivir menos que las hembras de tamaño pequeño y cara larga", advierte la investigadora.
Estos descubrimientos tienen implicaciones importantes para el debate sobre la salud canina de pedigrí, porque aunque el estudio no determina los factores de riesgo de muerte prematura, sí destaca qué grupos requieren más investigación.
"Esperamos que el estudio ayude a criadores, políticos, organismos de financiación y organizaciones de bienestar a tomar decisiones informadas para mejorar el bienestar de los perros de compañía, y que ayuden a los propietarios a comprender la gama de factores que influyen en la salud y la longevidad, especialmente a la hora de adquirir un perro", comenta McMillan.
En ese sentido, Dan O'Neill, presidente del Grupo de Trabajo sobre Braquicefalia (BWG), que reúne a organizaciones veterinarias, de criadores y de protección social para abordar los problemas de salud y bienestar de las razas de cara plana, advirtió que "los problemas relacionados con su enorme popularidad y sus graves problemas de salud han desencadenado una crisis sanitaria y de bienestar para razas de perros de cara plana como el Bulldog Francés, el Pug y el Bulldog Inglés".
Esta investigación reveló que los perros tienen "importantes problemas de salud" según su morfología, "como que los perros con la cara chata viven 1,5 años menos que los perros típicos", recuerda.
Por eso, subraya el investigador, "es crucial que el público dé prioridad a la salud por encima de lo que pueda parecer 'bonito', e instamos a quienes estén pensando en adquirir un perro de cara plana a que se paren a pensar y se aseguren de que adquieren un perro con las mejores posibilidades de tener una vida larga y feliz".
Quienes deseen leer el estudio completo lo pueden hacer haciendo clic aquí.
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