En la mañana de este martes se dio inicio al debate oral y publico por el homicidio en grado de tentativa del que resultó víctima José Lugo (59), caso por el que están acusados los hermanos Uriel Lugo de (20) y Axel Lugo (26); ambos hijos de la víctima y Emiliano Ralero (22).
Los tres imputados están acusados por el ataque que sucedió el 26 de septiembre del año pasado, en una chacra de la Margen Sur, en Río Grande.
En la primera jornada de testimoniales, declaró Ramona Espíndola, pareja de José Lugo. La mujer que estaba en el lugar del hecho, fue uno de los elementos determinantes para procesar y llegar a juicio.
Todos fueron reconocidos por la mencionada en una rueda de reconocimiento a los que fueron sometidos. De manera tal que al iniciar su testimonial la mujer fue contundente en detalles respecto a lo sucedido ese día.
Manifestó que ese 26 de septiembre eran las 7 de la mañana cuando escucharon que “reventaron la puerta a patadas”, “ahí entraron y lo agarraron del cuello y le dieron patadas y garrotes, le decían que era un hombre violador y golpeador de mujeres. Si ellos dicen que el padre es golpeador de mujer, tal palo tal astilla, porque le pegó a una mujer no sabiendo la patología que tengo”.
“Le dije que como le va a pegar así, me dice usted cállese la boca”, indicó la mujer respecto a unos de los imputados, refiriéndose como “el morocho alto”. Y siguió relatando, que este mismo dejó de golpear a Lugo, “de ahí cuando me di vuelta me dio un empujón en la puerta y me dio un garrotazo por la espalda, me dio una patada en la pierna, que tenía morado después también”.
Cabe mencionar que, al momento de llegar la Policía al lugar del hecho, se encontró con la vivienda destruida parcialmente por el fuego, y la pareja en el exterior de la misma, semidesnudos.
“Me dijo que me vaya de ahí que iba a prender fuego, le dije como va a prender fuego mi casa y agarró y prendió fuego mi cama con un encendedor. De ahí cuando quise agarrar una campera y mis papeles de discapacidad, me lo sacó de la mano, que me devuelvan mis papales”, exhortó.
En esa línea, detalló, que los ventanales de la casa fueron destruidos por los otros participantes desde el exterior de la vivienda, “rompieron los vidrios para que, entre aire, desde afuera se escuchó el ruido de los vidrios. Desparramó y tiro todas las cosas al piso. Me amenazó que ni se me ocurra llamar a la policía que me iba a venir a buscar a matar, eso está todo asentado. Cuando salgo afuera veo humo que salió del costado, y tiraron toda el agua de los tachos porque cuando fui a buscar no había ni una gota de agua”.
Sustento no conocer a los imputados hasta el día de los hechos, momento en el cual reclamó la presencia de una cuarta persona, quien sería una mujer. “Falta otra persona acá, ¿y la mujer que pasó?, falta una cuarta persona”, a lo que le respondieron que se está investigando.
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