Ariel Ciares, Director de la Unidad de Detención N°1, aclaró que el alojamiento de los internos se resuelve a partir de un diagnóstico realizado en una primera etapa por un equipo de profesionales que conforman el servicio criminológico. De esta forma, descartó que desde el servicio penitenciario se otorguen privilegios o tratos diferenciados.
“Esta persona se encuentra privada de su libertad dentro de la unidad, pero tal como lo he aclarado, el alojamiento dentro de ese lugar donde está, pasa primero por un periodo que tiene que ver con el tratamiento penitenciario donde intervienen todos los profesionales del servicio criminológico: psicóloga, criminóloga, trabajador social, jefe de trabajo y educación”, comentó Ciares a Minuto Fueguino.
De esta forma, detalló que la primera etapa de una persona privada de su libertad es la observación,” es decir, está aislado y todos los profesionales acuden a él, con eso se hace lo que se conoce como un pronóstico de reinserción social”. Dentro del mismo, “se fijan metas y se ve un lugar que sea adecuado para que se aloje. Él está alojado adentro de la unidad con personas sujetas al mismo tipo penal, no está en ningún lugar especial”.
“El alojamiento del mismo no es sujeto a capricho o voluntad de una sola persona, sino que los integrantes que forman parte del consejo correccional después votan y se labra un acta que después es dirigida al juez. Los profesionales evalúan donde va a poder acomodarse porque tenemos que tratar que nadie atente contra su vida y sobre todo que el alojamiento sea en mejoras porque ese es el espíritu de la ley, que se pueda volver a reinsertar en la sociedad porque en algún momento él y todos los internos van a volver a la sociedad y ahí es justamente donde radica el tratamiento penitenciario”, cerró.
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