El fiscal Ariel Pinno ofreció una detallada narración de los acontecimientos ocurridos entre el sábado por la noche y la madrugada del domingo. Planteó la posibilidad de que se haya cometido un femicidio alrededor de las 3 de la madrugada en la habitación de la pareja.
El fiscal señaló ese momento específico debido a que las cámaras de seguridad de la vivienda fueron desconectadas en ese horario. En los días siguientes, solo se observó al imputado entrar y salir de la casa; no se registró la presencia de ninguna tercera persona, y Alejandra, la víctima, no fue vista con vida después de esa noche.
Asimismo, el fiscal cuestionó la débil coartada del imputado con respecto a las seis llamadas que realizó el domingo al celular de la víctima, las cuales no obtuvieron respuesta, a pesar de supuestamente estar juntos en la misma vivienda.
El lunes, el imputado viajó a Río Grande y realizó múltiples llamadas y mensajes a Alejandra. El fiscal consideró que esta acción fue una representación falsa, ya que el imputado se presentó sin cita previa para cambiar el parabrisas de su automóvil, y esperó dentro del vehículo durante tres horas.
Luego, regresó a la casa y trató de involucrar al vecino para que llamara a los servicios de emergencia, a pesar de tener un celular en la mano, según declaró el fiscal citando el testimonio del vecino.
La médica que lo atendió mencionó que lo vio "nervioso pero no preocupado", a pesar de que era consciente de los antecedentes de violencia en la vivienda, ya que conocía a Alejandra como colega en el Centro Asistencial.
Cuando el imputado ingresó y vio el cuerpo, expresó temor hacia él. El fiscal destacó las marcas de lividez en el rostro, la posición del cuerpo y el hecho de que las zapatillas estuvieran limpias en un lugar tan desordenado.
Se descarta la posibilidad de una muerte accidental debido a indicios científicos que demuestran que el cuerpo fue manipulado y movido de su posición original. También se encontró un corte en el muslo posterior a la muerte y un pantalón que lo cubría, cuya tela no estaba afectada.
El relato del imputado carece de sustento frente a las pruebas científicas presentadas en el caso, y todos los testigos que conocieron a la víctima confirmaron que sufría violencia de género.
Ante esto, el fiscal solicitó la pena de prisión perpetua para Cortez Toranzo. La defensa solicitó un receso para presentar sus argumentos.
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