Carla Kirstein, víctima de violencia de género por parte del exrelator del Superior Tribunal de Justicia, Marcelo Guzmán. Hoy en dialogó con Radio Fueguina dijo al respecto, que “me enteré el martes por la mañana. Me llamó la Dra. Echazú para confirmarme que fue elevada a juicio y la verdad es que tengo muchas sensaciones encontradas y con cierto alivio porque la Justicia gracias a dios le dio curso a esta causa. Ahora estamos esperando cuándo será la fecha del juicio. Deseo que se haga justicia simplemente. Si hay una condena o no, quedará en manos de la Justicia”.

En este sentido, manifestó que “en cierta forma es un alivio que esta causa no haya quedado olvidada y si bien no tenemos fechas de juicio, es un gran avance. No creemos que sea correcto ningún tipo de mediación que en su momento se propuso. Han quedado tantas cosas por decir. Él está procesado por tres hechos nada más, pero ha quedado tanto guardado porque se han tomado solamente tres hechos de violencia física y lo demás no se ha tenido en cuenta y es algo que debería empezar a cambiar. Toda la repercusión emocional y psicológica que conlleva estar durante 12 años tanto para mí como para nuestra familia e hija. Hasta el día de hoy recibo ayuda psicológica y sigo con mi tratamiento. Es difícil afrontar el día a día”.

Carla relató que su abogada le propuso “si estaba dispuesta afrontar un juicio oral donde iba a tener que declarar nuevamente y estar en el juicio, ver a esta persona y a sus familiares, o elegir que con la prueba presentada los jueces decidan, pero en ese caso la pena no iba a pasar los tres años e iba a quedar en suspenso, así que optamos por la otra opción. No creo que sea justo que todo quede como si nada después de todo”.

Recordó que el exrelator del Superior Tribunal de Justicia “incumplió la orden de acercamiento dos veces y seguía yendo a su trabajo como si nada. Cuando esto tomó conocimiento público fue separado del cargo. Cuando nos pudimos venir, quedó un régimen de visitas provisorio fijado entre él y nuestra hija a través de videollamada. Las comunicaciones eran más parecidas a un interrogatorio que a una charla de padre e hija. Así se entera que nuestra hija estaba recibiendo ayuda psicológica y se encarga de averiguar el nombre de la profesional y le hizo una denuncia que por supuesto fue desestimada en el Colegio de Psicólogos de Chaco. No sé cuál fue el objetivo, porque querer separar a la nena de su terapeuta, cuando sabemos lo difícil que es que los chicos puedan abrir. Ella no estaba recibiendo terapia en Ushuaia”.

También dio cuenta de otro episodio “que ya está denunciado donde mi padre recibe una llamada telefónica de una persona que se hace pasar por un asistente social del Ministerio de la Niñez de Chaco, preguntando todo tipo de cosas con respecto a la vida de nuestra niña, de la cuestión económica y del uso de la cuota alimentaria que percibe. Mi papá no se dio cuenta y dio todo tipo de información. A mí me hizo ruido porque acá no iniciamos nada. No hubo nunca una intervención desde la provincia de Chaco. Fue al principio cuando nos recibieron y después ya no. Efectivamente era una llamada falsa porque no había intervención del Ministerio. No sé cómo fue y con qué objetivo fue, pero ya fue denunciado. Conmigo no ha tenido contacto, pero ha intentado este tipo de cosas no sé si el, sus abogados o su familia”.