Ayer se desarrolló la segunda jornada de un juicio no público por abuso sexual en Río Grande, el primer proceso de este tipo en plena cuarentena obligatoria por el COVID-19.
La apertura del juicio se llevó adelante el jueves pasado y tuvo la participación de uno de los acusados desde la Unidad de Detención N° 1, mediante el sistema de videollamada.
Jorge López Oribe es el fiscal que interviene en el proceso , el mismo declaró que “no se avanzó en nada” y definió la jornada como “desgastante”.
El fiscal explicó que“Existieron muchos planteos. Son cuestiones que deberían resolverse de antemano, pero no por un juez. Un juez es abogado, no administrador de empresas o administrador de eventos. El juez tiene que dedicarse a resolver, no a ver si el imputado escucha o no escucha. Ahí está el meollo del asunto”.
“Es inminente el cambio procesal. Tiene que hacerse una reforma procesal en serio, dejar de lado el expediente judicial como nos estamos manejando hasta ahora y empezar a tramitar los casos de acuerdo a un sistema acusatorio en serio, una reforma que se hizo en todas las provincias menos en Tierra del Fuego y alguna otra provincia más”, continuó López Oribe.
“Un sistema de audiencia en el cual los jueces no tengan que dedicarse a organizar cómo tiene que estar sentado el fiscal o el imputado sino a escuchar a las partes y decidir la cuestión”. Reclamó el representante del Ministerio Público Fiscal.
“Fue una jornada muy larga y densa porque hay muchos planteos, con otro esquema no se hubiese suscitado, fue muy desgastante”, insistió.
Advirtió también que “están en juego muchas garantías constitucionales”. “Hasta ahora pareciera que no se están vulnerando las garantías del imputado, son sus derechos y sus garantías. Si se violan sus derechos y garantías el juicio puede ser nulo, entonces esa persona queda en libertad y se tiene que hacer un juicio de nuevo”.
Por otro parte, López Oribe contó la situación del acusado, que intervino en el inicio del juicio. “Había constantes interrupciones. Él presenció el juicio desde la Unidad de Detención para preservar la comunidad de la unidad, hace 36 días que no tenemos casos pero es para preservar esa situación”.
“Se generaron bastantes inconvenientes por parte del imputado, creo que era más chicana del imputado que otra cosa porque incluso se mandó a un funcionario del juzgado para ver si estaba bien el sonido”, sostuvo el fiscal.
“Decidió la defensa que el abogado defensor esté dentro del juicio pero no tiene contacto directo con él, tiene un teléfono que suena cada 5 segundos o el imputado va interrumpiendo. Es algo de la defensa pero tiene que estar resuelto de otra forma y no por un abogado, sino por una persona del tema administrativo”, en relación a la metodología.
Insistió en que “Tiene que haber un ente, un órgano del poder judicial, pero de organizador de eventos para hacer esto, no un juez; el juicio es para el imputado, para que el pueblo vea lo que se plantea y que los jueces decidan con transparencia y razonabilidad”,
Entre las particularidades de la primera jornada también se registró una división en la defensa de los dos acusados. “Había una cuestión de sometimiento por parte de su antigua pareja al imputado que está detenido, vamos a ver cómo prueba la defensa”, precisó López Oribe.
“Hay intereses contrapuestos entre los imputados, se va a argumentar desde distintos lugares, eso motivó que ingresara un nuevo defensor oficial que se va a hacer cargo de la defensa del imputado que había intervenido en la instrucción, ya está al tanto de la causa”, concluyó el fiscal.
Compartinos tu opinión