Desde la Fiscalía se solicitó una pena de 8 años de prisión para Miguel Rodríguez Parra de 22, Leonardo Rodríguez Rosario de 63 y Robin Minaya Bonilla de 21 años respectivamente.
La funcionaria detalló pormenorizadamente cada una de las pruebas obtenidas antes, durante y después del hecho ocurrido el 6 de noviembre del año 2016, cuando balearon a Luis Haro.
En determinado momento, la fiscal tuvo un entrecruce de palabras con Bonilla Minaya debido a que éste, sonreía burlonamente, mientras la funcionaria efectuaba el alegato. Esta situación, motivó que el imputado se retirara de mala gana de la sala, quedándo a la espera de la finalización de dicha etapa, en las oficinas de la Defensoría de los Tribunales.
La fiscal Urquiza entendió que los tres imputados actuaron en una “co autoría funcional” y pidió 8 años de prisión al entenderlos a un mismo nivel de responsabilidad, al indicar que Rodríguez Parra conducía el automóvil en el que perseguían al rodado en el que huía Luis Haro quien terminó con un proyectil alojado en la cabeza.
Asimismo la fiscal entendió a Bonilla Minaya y a Rodríguez Rosario como autores de los disparos desde este vehículo, siendo el primero de ellos el más complicado dado que tiene un estudio de restos de deflagración de pólvora en una de sus manos, aunque el otro imputado no hay demasiados elementos objetivos que lo muestren en ese rol.
La fiscal se valió del testimonio de la víctima y de quien lo acompañaba al volante, al señalar que eran 3 dominicanos quienes los perseguían, reconociendo incluso Haro a los Rodríguez Parra –padre e hijo- ya que era habitué del privado de esa familia. En el caso de Bonilla llevaba recién dos meses residiendo en la provincia, por lo que no pudo reconocerlo al momento de los hechos.
Finalmente la hipótesis fiscal sostiene que Rodríguez Rosario fue quien descartó el arma utilizada, la cual nunca apareció, aunque tampoco se fundó sobre datos objetivos esta posibilidad.
Luego de un cuarto intermedio, la Defensa de los imputados a cargo del Doctor Alejandro Nacaratto, solicitó la absolución de sus defendidos.
Por su parte, la querella, no realizó solicitud alguna ya que no requirió la elevación a juicio, ni ofreció prueba.
Tras esta situación, se pasó a otro cuarto intermedio hasta el jueves a las 9 de la mañana, ocasión en que los acusados podrán decir sus últimas palabras, y luego, se conocería el veredicto.
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