El pasado 20 de mayo, el Tribunal Judicial de Río Grande condenó a Gerardo Sopena a la pena de 3 años de prisión en suspenso y 5 años de inhabilitación para conducir; al ser considerado responsable de la muerte de Liquín, tras atropellarlo mientras conducía su vehícul, pero para la defensa, el monto de la pena impuesta es excesiva e insiste en que en el caso hubo responsabilidad compartida con la víctima.
En ese marco, en mayo los jueces consideraron a Sopena autor material y penalmente responsable de los delitos de “homicidio culposo en concurso ideal con lesiones graves culposas”.
De forma posterior, el 3 de junio se conocieron los fundamentos del fallo de la sentencia que lleva las firmas de los jueces Juan José Varela y Pedro Fernández y la jueza Verónica Marchisio.
Desde esa fecha comenzó a correr el plazo para la presentación del recurso de casación, lo que finalmente se materializó la semana pasada.
Los jueces indicaron que Sopena incurrió en un “exceso de velocidad con el que transitaba el vehículo y la discapacidad de la atención del conductor producida por su ingesta alcohólica”, por lo que “no se encontraba apto para conducir de manera segura”.
Para la defensa, la pena impuesta es excesiva y, además, insiste en que en el caso hubo responsabilidad compartida con la víctima.
Cabe recordar que en la sentencia los jueces además resolvieron invitar al Poder Ejecutivo provincial y municipal a impulsar la urgente adopción de políticas públicas que incentiven la educación vial para contribuir a disminuir la anomia ciudadana que padecemos en la localidad, mediante la ejecución de programas en todos los niveles que se puedan implementar inmediatamente.
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