Un 13 de marzo de 2018, el joven riograndense Tomás Delamata fallecía tras caer desde la ventana de un departamento, en un hecho confuso ocurrido en Capital Federal. Sus padres, Norma y Fabio, no encuentran una explicación lógica de lo sucedido y en busca de esa verdad es que decidieron contratar a nuevos abogados logrando reabrir la causa que fue archivada.
Luis Felipe Ricca, abogado de la familia que trabaja en la reconstrucción de la causa en diálogo con Aire Libre Fm, se refirió a la apertura de la causa que había sido archivada seis meses después del hecho. Ahora se sumaron nuevas testimoniales y sigue en curso la investigación.
“En enero de este año hemos pedido el desarchivo del expediente, que había sido tramitado por fiscalía y había sido archivado por no haber elementos que tuvieran conectividad con un hecho criminal. Se pidió el desarchivo, la jueza volvió a delegar la instrucción, la fiscalía insistió con el archivo y la Cámara del Crimen resolvió modificar esa situación y ordenó abrir una investigación”, recordó Ricca sobre el pedido efectuado hace varios meses.
“Ahora estamos en eso. Todo nace cuando la madre de Tomas, que está devastada, tenía algo que yo le llamo el instinto materno y me pedía que se siga investigando, pero no había elementos probatorios para reabrir la causa”.
En ese sentido, habrían surgido dos elementos que ahora se sumaron a la investigación, “su madre insistía en que él tenía una particularidad, porque prácticamente no veía sin sus anteojos y nunca se los sacaba. Casualmente cuando impacta en el suelo no los tenía, habían quedado arriba de la mesa en el departamento de la capital federal”, indicó como primera prueba, que se sumó ahora al expediente.
“Entonces le aconseje que vuelva a Río Grande porque en el ambiente de los chicos se habla. Efectivamente se fue para allá y empezaron los comentarios, inclusive hay WhatsApp que comentan que una de las dos personas que estaban con Tomas, que también son de Rio Grande, le contó a un amigo que estaban discutiendo, que le pegó un empujón sin querer y se le fue, no lo puedo agarrar”, sostuvo como segunda prueba.
Esa serie de comentarios vertidos en WhatsApp, “fueron identificados vía notarial y acompañado digitalmente, que indican esto que se comenta entre el grupo de amigos de Tomas y de las dos personas que lo acompañaban, como fue el hecho, un hecho que tiene una mecánica totalmente válida para como ocurrió, pero diferente en cuanto a la intención”.
Actualmente para esclarecer si hubo posibles autores en el hecho, “se están tomando declaraciones virtuales, pero lamentablemente por la pandemia se está haciendo muy difícil. La prueba es muy complicada porque frente a las dos personas que lo acompañaban no hay testigos directos, de un empujón a una pirueta para caerse por una ventana no hay forma de verlo mecánicamente”.
Al momento estas dos personas que lo acompañaban, “están imputados por la querella, que es el acusador particular”.
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