Cristian Lucero, es padre de una niña a la cual pudo conocer recién a los ocho meses de vida y denuncia que debido a tres falsas denuncias por violencia de género que radicó en contra suya la madre de su hija, no puede ver a su hija hace seis meses y, además, mucho menos salir de la provincia por temas laborales ya que la Justicia tiene un lento accionar debido a que solo cuenta con dos peritos para este tipo de casos.
Mediante una comunicación con Radio Fueguina, en primer lugar, Carlos Lucero inició relatando que “durante el embarazo de mi hija había una situación donde ya había conflicto con la mamá, por ende, estuvimos separados durante el embarazo”, adelantando que “faltando una semana para nacer, la mamá se desapareció, no contestó más los mensajes, desapareció de las redes y 48 horas después, me enteré que mi hija había nacido”.
En ese marco, señaló que una vez nacida su hija “recién la pude conocer con ocho meses de edad y tuve que litigar judicialmente por todos lados porque empezaron a aparecer las falsas denuncias”.
Entonces, hizo hincapié en estas denuncias que fueron apareciendo detallando que “primero fue una falsa denuncia por violencia doméstica que no la pudieron comprobar, después la razón de la madre de mi hija para impedir que yo tenga contacto con mi hija era decir que yo era una persona con problemas de abuso de estupefacientes, que tampoco lo pudieron probar”.
Por lo cual, sostuvo que debido a esta segunda falsa denuncia “a la justicia le ofrecí que voluntariamente me hicieran los chequeos de salud y la Justicia determinó no hacer nada porque no había ningún causal real sobre las acusaciones”.
En este sentido, remarcó que posterior a estas dos denuncias hechas por la madre de su hija “la apuesta subió con una tercera y última falsa denuncia por un presunto abuso sexual, y esta es la situación que genera un montón de lleva y trae, que en lo que más repercute es en la condena social porque yo soy una figura pública, soy músico y tatuador”.
Habiendo mencionado esto, enfatizó en como todos estos hechos han repercutido en su vida personal y laboral “yo formo parte de dos agrupaciones a las cuales tengo el orgullo de pertenecer y hoy en día se ven comprometidas fechas, se ven comprometidas giras, de poder yo salir personalmente a tatuar a otras provincias o a otros países porque la justicia toma medidas drásticas conmigo, como impedirme contacto como mi hija, salir de la provincia y del país, con una determinación y una rapidez como nunca he visto antes ya que en menos de 15 días sucedió todo”.
A su vez se refirió acerca de la cuota alimentaria “ha habido cuota alimentaria que en este momento yo he suspendido el pago, no porque yo no quiera pagarla, sino porque la prohibición de acercamiento es hacia mi hija y hacia su madre en cuanto a cualquier tipo de formas, ya sea presencial, virtual, de cualquier índole. Entonces, si yo también le estoy mandando una transferencia bancaria es una manera de tener contacto virtual y es una manera de romper la prohibición de acercamiento y yo no voy a ir jamás en contra de lo que ha dicho la Justicia”.
Finalmente, manifestó su descontento ante esta situación que atraviesa y dijo “hoy tengo muchísima desazón porque en el sistema hay una realidad que es que hay muchísimos casos de esto y el filtro es que el Poder Judicial tiene solamente dos peritos para todos los casos, entonces el cuello de botella está ahí y yo llevo seis meses sin ver a mi hija, seis meses sin saber absolutamente nada de mi hija y la Justicia bien gracias”, concluyó.
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