Los comercios alertan sobre el alto nivel de rechazo para procesar pagos con plásticos. Las financiación con tarjeta cayó 12,5% en 2022 y Massa admitió que es una preocupación oficial
La falta de financiamiento, incluso en un pago, comienza a convertirse en un obstáculo para el consumo que impacta no sólo en la caja del supermercado sino también en los pequeños y medianos comercios. El propio ministro de Economía, Sergio Massa, admitió en declaraciones durante el fin de semana que el derrumbe del crédito al consumo es una preocupación para el Gobierno. De acuerdo a los últimos datos del Banco Central, las financiaciones con tarjeta de crédito retrocedieron en diciembre por sexto mes consecutivo y cerraron el año con una caída 12,5% respecto al año anterior.
Para los comercios, ese retroceso se traduce en una dificultad cada vez mayor para sostener el nivel de ventas, en un contexto de inflación todavía alta. Así lo advirtieron desde la Federación de Comercio la Ciudad de Buenos Aires (Fecoba), que todos los meses realiza un relevamiento mensual entre sus asociados para monitorear las diferentes variables asociadas al consumo. Las ventas en el inicio de año, advirtió el titular de la entidad, Fabian Castillo, se caracterizan por el alto rechazo de las tarjetas de crédito, incluso en los primeros días del mes. La situación no es nueva pero, según dijo, se profundizó en los últimos tres meses.
“Las tarjetas de crédito están colapsadas. Todos los meses hacemos el relevamiento y vemos que se profundizó esta dinámica, desde octubre”, afirmó. El representante de los comerciantes y también de pequeñas y medianas empresas industriales agregó que a veces “se pasan hasta 3 tarjetas diferentes” para intentar procesar el pago.
Detrás de esta dinámica, se encuentran varios factores. Por un lado, el recurrente conflicto por la falta de actualización de los montos disponibles por parte de los bancos de las tarjetas de crédito, en el que influye a su vez la pérdida real de ingresos que impacta en la actualización de esos topes. Aunque se estabilizó en un promedio de 5% en los últimos dos meses, el avance de los precios sigue consumiendo el crédito disponible ante un nivel de ingresos que no se actualiza al mismo ritmo.
Pero existe un factor adicional, asociado a consumos típicos de fin de año y a gastos imprevistos relacionados con el Mundial que se repartieron en los saldos a pagar en diciembre y las primeras semanas de enero.
“Las tarjetas de crédito post Mundial quedaron colapsadas. Es una gran preocupación con una inflación como la que tenemos”, insistió Castillo mientras que la consultora Abeceb sumó un elemento clave: la extensión durante el último trimestre del año pasado de los programas Ahora 12, 18 y 30, a las que se incorporó el plan para celulares en 10 cuotas. La convivencia de tales planes incentivaron el consumo de bienes semi durables como electrodomésticos y electrónica.
“Ese consumo se produjo no sólo en búsqueda de resguardo de valor sino, sobre todo, como una alternativa para colocar los pesos excedentes ante un escenario con distorsión de precios relativos y alta inflación”, explicó la consultora, donde advirtieron que, además del poder de compra de los salarios, las opciones de financiamiento resultan clave para sostener el nivel de consumo. En ese sentido, según su propio relevamiento, las ventas en supermercados crecieron apenas 1% el año pasado en términos reales, impulsadas principalmente en el primer semestre del año tras lo cual más de la mitad de los hogares recortó gastos y modificó hábitos de consumo.
“Más del 50% de la población disminuyó las compras de bienes básicos del rubro alimentos y bebidas”, sostuvo la consultora en un informe reciente.
En esa línea, Massa reconoció que incrementar el nivel de crédito es una de las tres patas para recuperar el ingreso. “Recuperar el ingreso tiene tres patas: bajar la inflación, recuperar paritarias contra inflación en la discusión distributiva, pero la tercera cosa, y quizá la más importante y de mayor responsabilidad nuestra en este año, está asociada al acceso al crédito de la gente”, sostuvo el ministro en una entrevista con El Cohete a la Luna. “Tenemos millones de argentinos que cuando miran su saldo de tarjeta y cuando miran su capacidad de crédito en el banco se encuentran con que están en el techo. Debemos trabajar en instrumentos que le mejoren el acceso al crédito a la gente”, señaló Massa.
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