Todavía no está la decisión final tomada pero el sector petrolero ya empezó a descontar que luego de diez trimestres sin aumentos finalmente el Gobierno se dispone a incrementar los impuestos a los Combustibles Líquidos (ICL) y al Dióxido de Carbono (IDC), que se aplican sobre la nafta y el gasoil.

Es un cambio importante en la tendencia, dado que con el Gobierno anterior los valores de los dos gravámenes no se actualizan desde hace 10 trimestres. Según la Ley 23.966 sancionada en 1998, cada tres meses se deben actualizar los dos impuestos siguiendo el índice de precios al consumidor.

Pero la realidad es que con precios de los combustibles congelados o con aumentos muy por debajo de la inflación, el Gobierno anterior apeló a la receta más sencilla y fue suspender la aplicación de los aumentos, cada tres. Así ya se acumulan 10 trimestres sin cambios en los gravámenes. La última vez que se actualizó fue en el segundo trimestre de 2021.

Ahora todavía no hay precisiones sobre lo que ocurrirá a partir de 1 de febrero, dado que la prórroga a la última postergación vence este miércoles 31.

Cuánto aumentarán la nafta y el gasoil

Referentes del sector hidrocarburífero sostienen que el Gobierno aplicará el impuesto total, que por tratarse de un impuesto se traslada directamente todo a precios en surtidor. Se estima que los combustibles podrían subir 11% al público sólo por los impuestos.

Los impuestos a los Combustibles Líquidos y al Dióxido de Carbono se crearon en 1998 con el fin de financiar, en parte, proyectos de infraestructura y vivienda, pero como suele ocurrir en este país una vez cobrados los fondos entran a cuentas generales y después se ve cómo se financian los citados proyectos.

Ahora el Gobierno tiene la intención de sumar recaudación por esta vía, además de normalizar una situación de congelamiento que heredó del gobierno de Alberto Fernández. No es un dato menor en el contexto de la discusión de la ley ómnibus, de la que tuvo que bajar todo el capítulo fiscal, resignando recursos.

Pero aumentar los impuestos será un nuevo golpe a los bolsillos de los consumidores. En la última prórroga, la resolución del Ministerio de Economía que disponía la medida aseguraba en sus fundamentos que "el congelamiento en los impuestos al combustible es una medida que implica que el Estado resigna la recaudación de estos impuestos para lograr una mejor competitividad en los precios y evitar mayores costos para los ciudadanos. Ahora habría llegado el momento de pagar la cuenta.