El costo de los productos que integran la Canasta Básica Alimentaria (CBA) subió 7,3% en abril, lo que determinó que una familia tipo conformada por dos adultos y dos hijos menores necesitara percibir ingresos por $ 97.148 para no caer en la indigencia, informó este martes el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
En tanto, el costo de la Canasta Básica Total (CBT) subió 6,3% en abril, por lo que el mismo grupo familiar necesitó contar con ingresos por $ 203.360 para no caer debajo de la línea de la pobreza.
El Indec dio cuenta la semana pasada que la inflación minorista durante abril ascendió al 8,4%, impulsado por el rubro Alimentos y Bebidas que marcó una suba superior al promedio general, de 10,1%.
De esta forma, la CBA, que mide la evolución de los precios de productos alimenticios necesarios para la subsistencia, y que marca el umbral por debajo del cual se cae en la línea de indigencia, acumuló un incremento de 40,1% en los primeros cuatro meses del corriente año, contra una inflación general del 32% en similar período.
En tanto la CBT, que mide los ingresos necesarios para pagar alimentos y bebidas, indumentaria y servicios de una familia tipo, subió 33,3 % entre enero y abril.
La diferencia porcentual entre una canasta y otra radicó en abril en que las tarifas de los servicios públicos registraron aumentos inferiores que el observado en el rubro alimentos.
La canasta básica alimentaria esta integrada por productos que cuentan con los requerimientos normativos kilocalóricos y proteicos imprescindibles para que un varón adulto de entre 30 y 60 años, de actividad moderada y en base a sus hábitos de consumo, cubra durante un mes esas necesidades.
En abril pasado, la división de mayor aumento en el mes fue Prendas de vestir y Calzado (10,8%) por cambios de temporada; seguido por Alimentos y bebidas no alcohólicas (10,1%), rubro en el que los incrementos más altos se dieron en Verduras, tubérculos y legumbres; Leche, productos lácteos y huevos; Azúcar, dulces, chocolates, golosinas, etc. y Carnes y derivados.
La mayoría de estos productos precisamente integran la canasta básica alimentaria, lo que refleja el impacto de la suba de precios de estos productos en este indicador.
En abril, el precio del pan subió 8%; la harina de trigo 5,2%; el arroz blanco 11,3%; fideos guiseros 5,1%; pollo 26,4%; leche fresca 7,7%; y huevos de gallinas 20,8%, en base al relevamiento realizado también por el Indec.
Para paliar el impacto estas subas y buscar frenar la marcha de los precios, este martes el Gobierno nacional dispuso extender desde junio y hasta diciembre próximo el reintegro a sectores vulnerables por consumos de alimentos realizados con tarjeta de débito.
Así lo definió la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), a través de la Resolución General 5360/2023 publicada en el Boletín Oficial, al decidir duplicar los montos máximos de los reintegros de $ 2.028 a $ 4.056 por mes por titular, y de $ 4.057 a $ 8.114 en el caso de percibir dos o más asignaciones, como es el caso, por ejemplo, de los beneficiarios de AUH de más de un hijo.
A finales del año pasado, el índice de pobreza alcanzaba al 39,2%, por encima del 37,3% de igual período del 2021, según el registro del Indec.
En tanto, el índice de indigencia, entendida esta como la porción de pobres cuyos ingresos no alcanzan para comprar la cantidad mínima de alimentos para subsistir, se ubicó en 8,1% entre julio y diciembre del año pasado, frente al 8,8 % de igual período del 2021.
Con una población estimada en 46,2 millones de habitantes, estas cifras implican que 18,1 millones de personas están por debajo de la línea de la pobreza y, dentro de ellos, 3,7 millones son indigentes.
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