En esta semana que comienza, los equipos técnicos del ministerio de Economía que dirige Sergio Massa y los del Fondo Monetario Internacional, seguirán trabajando contrarreloj para recalibrar el programa vigente que tiene el país con el organismo de crédito.
Así lo confirmaron en las últimas horas fuentes del Palacio de Hacienda y del propio Fondo. La idea es tener un programa modificado y anunciarlo “cuanto antes, en pocos días”, dicen cerca de Massa.
En un breve comunicado, un vocero de la entidad que comanda la economista búlgara Kristalina Georgieva destacó que “los equipos del FMI y del Ministerio de Economía continúan trabajando constructivamente para fortalecer el programa respaldado por el Fondo en el contexto de la sequía muy severa”.
Además, agregó que “las discusiones están en curso de manera virtual y se espera que los equipos tengan varias reuniones esta semana para avanzar con el programa”. “Las conversaciones avanzan constructivamente con el objetivo de rebalancear el programa por el impacto de la severa sequia”, agregaron en Economía.
“Los equipos continúan trabajando constructivamente para fortalecer el programa respaldado por el Fondo en el contexto de la sequía muy severa”
Desde Economía afirmaron que “la rápida acción para estabilizar los dólares financieros y el incremento de las tasas de interés referenciales, trajo calma a los mercados financieros y a los hogares argentinos. Luego de este episodio, en los primeros días de mayo los dólares financieros se mostraron estables en valores similares a la ‘pre-corrida’, y los depósitos aumentaron en USD 30 millones (acumulado de la semana al jueves 4/5)”.
Destacaron además, haciendo eje en los depósitos en dólares y la “solvencia del sistema”, que “la liquidez del sistema financiero en general y en particular en lo que hace a los depósitos en dólares es sumamente robusta. Los bancos tienen USD 3.866 millones en efectivo y los encajes alcanzan USD 11.887 millones. Por lo tanto la suma de encajes y disponibilidades en efectivo en dólares de los bancos supera el stock de depósitos privados más que cubriendo y garantizando solvencia en el sistema”.
“Esto marca una clara implementación de políticas en pos de la estabilidad financiera y previsibilidad en el corto plazo”, afirmaron.
Cambios sobre la mesa
El mensaje de hoy del FMI es similar a otro que emitieron hace 15 días y que fue tomado como la confirmación de que se trabajaba en reformular el acuerdo. Además, fue una aceptación de que no se iba objetar el esquema de intervención en el mercado de dólares financieros con reservas del Banco Central.“Vamos a usar toda las herramientas del Estado para ordenar esta situación y en ese sentido notificamos al FMI de las restricciones que pesaban sobre la Argentina y vamos a cambiar en la rediscusión del Programa”, dijo entonces Massa por Twitter. “Los intercambios entre las autoridades y el equipo del Fondo Monetario Internacional avanzan de manera constructiva”, respondió un vocero del organismo. Si bien no se hizo referencia directa a la intervención, fue un guiño para aceptar algo que hasta el momento no era visto con buenos ojos por la entidad.
El mensaje de hoy fue tomado en un sentido similar, le confirmaron a este medio desde Economía. “Estamos avanzando en un acuerdo para tener un nuevo esquema”, destacaron.
¿Qué cambios se negocian para el programa vigente? semanas atrás desde Washington, bajo el paraguas del fuerte impacto económico que generó la sequía, “todo está sobre la mesa”. Se discuten desde las metas de acumulación de reservas y déficit fiscal hasta adelantos en los desembolsos y “fondos frescos” para el país, aunque esta opción sería, por estas horas, poco probable.
Como se destacó el viernes en la newsletter Dinero, Argentina busca un front load, o adelanto de los desembolsos de todo el año con el objetivo de reforzar las reservas e intentar evitar más cimbronazos cambiarios en medio del proceso electoral signado por la inflación. “Sin esos fondos no llegamos”, reconocieron algunos funcionarios.
Ese “adelanto” sería unificar las tres cuotas de un total de poco más de USD 10.000 millones destinadas para lo que queda de este 2023. Se buscaría que llegue todo en junio.
Es dinero que el propio Fondo envía para pagarles a ellos mismos (en eso consiste el programa que renegoció Martín Guzmán para salir del crédito fallido que tomó Mauricio Macri en 2018). En ese contexto, y con el historial de defaults e incumplimientos varios que tiene el país, muchos se preguntan por qué el organismo haría esa concesión. Hay varias explicaciones que salen desde Economía. Primero, porque reconoce el real impacto de una situación inesperada como la sequía. También porque para el Fondo no sería nada bueno que Argentina se “caiga”: entre otras cuestiones, es su principal acreedor. Y, por último, porque EEUU, central dentro de la organización del Fondo, estaría dispuesto a dar el apoyo necesario al país para que eso suceda en medio de una región convulsionada y con China que busca estar cada vez más presente. En ese sentido, la agencia Bloomberg aseguró días atrás que Estados Unidos apoyaría acelerar los desembolsos de este año del FMI a la Argentina.
Más allá de saber si esa ayuda llegará a tiempo y si alcanzará, hay otra cuestión central que también está en la mesa de discusión: qué podría pedir el FMI a cambio. Muchos señalan lo que los papers del FMI definen como one-step devaluation; o sea, una devaluación brusca. Hasta el momento, el ministro Massa rechaza esa idea; Cristina Kirchner, también.
Podría no ser una devaluación y sí implementar mayores variables de ajuste para bajar el déficit. De todo esto seguirán discutiendo esta semana los funcionarios de Economía y el FMI.
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