Un informe de la consultora IDC reportó que las ventas globales de celulares el año pasado se desplomaron 11% (1.210 millones unidades), el registro más bajo desde 2013, mientras que en la Argentina la demanda se mantuvo, pero los precios medidos en dólares aumentaron casi 30% con respecto a 2021 por el impacto del cepo a las importaciones y la escasez de divisas.
"En forma preliminar estamos observando un mercado en unidades cercano a 10,5 millones de celulares, lo que representa una leve suba de 4,2%. Pero el precio promedio pasó de US$ 319 a US$ 415 de un año a otro", dijo Sebastián Novoa, analista de IDC. Hay dos factores que inciden en la suba de casi U$S100 por cada aparato.
El primero tiene que ver con la incorporación del 5G en muchos dispositivos. Lo otro con la crisis local y la disparada del dólar. "El mercado ajustó con precios de reposición más altos al no haber certeza sobre cuándo se podrían girar las divisas", agregó el experto.
El cepo importador en sus dos vertientes (trabas al ingreso de insumos y la exigencia de financiar las compras a 180 días) refuerza la extrema concentración del mercado y limita la entrada de nuevos jugadores. Samsung y Motorola concentran casi 95% del negocio. La gran expectativa era el desembarco de la china Xiaomi en la Argentina. Se trata del tercer mayor fabricante de celulares del mundo, cuya llegada amenazaba con quebrar la hegemonía de Mirgor (que fabrica para Samsung) y Newsan (aliada de Motorola).
"Hoy no tenemos insumos. Lo vamos a resolver, pero no tenemos fecha", se lamentan en Solnik, la empresa socia de la marca. Los pronósticos locales también son cautos. En el mercado señalan que la obligación de pagar las importaciones a 6 meses favorece a los empresas más grandes y que tienen crédito abierto en el exterior, aunque eso implique costos más altos que se trasladan a los precios. "El que resuelve el problema de los insumos es el que gana", grafican en Solnik.
Los fabricantes radicados en Tierra del Fuego señalan que la restricción para cancelar las compras en efectivo es una condición muy difícil. La financiación a 180 días es costosa (seguros de cambio, tasas de interés por ejemplo) encarece alrededor de 20% el costo del producto. Es lo que terminan pagando los consumidores.
El dato más preocupante es que en el último trimestre del año las ventas se derrumbaron poco más de 18% y los analistas predicen que será difícil que el mercado se recupere en 2023. La contracción obedece a la desconfianza de los consumidores, la inflación y la incertidumbre sobre el futuro económico.
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