En diciembre la carrera de precios de la carne en el mostrador estuvo muy pareja entre los cortes vacunos y los porcinos, con el pollo corriendo muy de atrás, casi en la mitad del incremento que registraron las otras dos variedades.
Otro dato relevante es que tanto la carne de vaca como la de cerdo superaron ampliamente la inflación del mes, marcando un incremento promedio de 40,9% en el caso de los cortes bovinos y de 39% en los porcinos, mientras que la carne aviar aumentó en las carnicerías y las góndolas de los supermercados "apenas" 21,7%.
Con estos guarismos del último mes del año la carne vacuna registró en el promedio de 22 cortes un incremento de 307,3% en el año, casi un 50 por ciento más que la inflación de los últimos doce meses, que según el Indec terminó el año en 211,4%.
Los datos surgen del relevamiento mensual del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) y dejan en claro el impacto que tienen los aumentos en los bolsillos de los consumidores.
La devaluación del 54% del peso el 13 de diciembre se trasladó casi en su totalidad a los precios al consumidor, en este caso, no hubo gradualismo. Así, los precios subieron desde 33,9% la picada común, que tuvo el menor aumento, a 51% la falda o 44,1% el matambre.
En el año los aumentos estuvieron liderados por el roast beef, con un avance de 319,8%, seguido por la falda con 316,1% y el asado de tira con 307,7%.
Paradójicamente, el corte que menos aumentó fue el lomo, el producto más buscado y cotizado del mercado por su terneza, en parte, por el valor que alcanzó en las góndolas, llegando a venderse en diciembre a $6998 el kilo. El incremento mensual del lomo llegó a 289, 22%.
Otros cortes que estuvieron por debajo del 300%, aunque no por mucho, fueron el vacío (293,9%); la tapa de asado (294,2%); el peceto, otro corte premium, que aumentó 299,5%; y la carne picada común 299,8%.
Para los analistas el mercado tendrá este año un panorama complejo ya que "habrá menor oferta", debido a que durante gran parte del 2023 se registró un incremento de la faena, en parte por la sequía y la necesidad de enviar al ganado a faena con pocos kilos. Esto puede generar una nueva presión alcista en los precios.
Además, el incentivo a exportar y el levantamiento de restricciones a los siete cortes (asado, vacío, tapa de asado, falda, matambre, nalga y paleta), vedados por el gobierno anterior, requiere de animales con más peso, pasando de los 370/80 kilos actuales hasta 450 o 500 kilos, que es el peso demandado por los mercados del exterior.
Esto obliga a retener a los animales más tiempo para el engorde a corral (feedlot) y, en consecuencia, menor oferta en el mercado interno y posibilidad de suba de precios.
En cuanto a la carne de cerdo, el IPCVA estima que los precios subieron 39% en diciembre y 254,5% a lo largo de los últimos 12 meses. La carne de pollo, por su parte, aumentó 21,7% y 239,6% en el año.
Compartinos tu opinión