Asimismo, ya está en marcha un proyecto de cooperación en materia de hidrógeno por un valor de 4 millones de euros, a través del programa Global Gateway de la UE. La iniciativa dispone de asistencia técnica para apoyar el diálogo sobre energía entre la UE y Argentina y contribuirá a promover el comercio y la inversión en hidrógeno renovable.
En ese contexto, antes de fin de año un equipo de argentinos expertos en la materia visitará la UE para participar en eventos energéticos y debatir cómo profundizar la cooperación energética entre ambas partes.
Simson también confirmó que se llevarán a cabo otras iniciativas energéticas, como la ampliación y modernización de la red de transporte de electricidad y talleres sobre la certificación del hidrógeno renovable en virtud de los actos delegados de la UE para los combustibles renovables de origen no biológico.
El encuentro se realizó para celebrar la aplicación del Memorando de Entendimiento Unión Europea (UE)-Argentina en el ámbito de las energías renovables, el hidrógeno verde y la reducción de las emisiones de metano que se suscribió en 2023.
“El Memorando de Entendimiento incluye acciones concretas que pueden aportar beneficios significativos y complementarios, al tiempo que se trabaja en la descarbonización de la economía y se impulsan ambas economías. Estas iniciativas pueden ayudar a Argentina a crear bienes de mayor valor añadido que impulsen el desarrollo económico y aumenten la prosperidad de sus ciudadanos, mientras que la UE puede obtener un acceso fiable a productos energéticos clave”, detalló la funcionaria de la Unión Europea.
Juan Carlos Villalonga, encargado de energía y cambio climático dentro del Círculo de Políticas Ambientales (CPA) sostiene que la argentina necesita “tres cosas básicas” para poder desarrollar los proyectos de hidrógeno verde enmarcados en este acuerdo.
La primera tiene que ver con la estabilidad fiscal y cambiaria, y la libre disponibilidad de divisas que plantea el RIGI. Sin embargo, advierte que el período de adhesión de los proyectos “es de apenas dos años”, cuando en hidrógeno “hablamos de un mercado que madurará a lo largo de los próximos veinte”. “Los proyectos ingresarán a operar en un lapso muy amplio, y eso dependerá de la velocidad a la que el mercado vaya estructurándose”, explica el especialista.
Por otro lado, considera necesario “ir consolidando vínculos de cooperación bilateral, como con la UE”, para desarrollar proyectos industriales de largo plazo. “El hidrógeno fluirá en base a los acuerdos bilaterales, muy diferente al precio de commodities”, explica a este medio.
La importancia de su producción tiene que ver con que se trata de una industria “que genera empleos de calidad y exportaciones con gran impacto en nuestro país” e integra a la argentina a una “nueva industria” que nace de la mano de la transición energética.
Particularmente Argentina posee “enormes recursos renovables”, como el sol y viento, para generar energía. En ese sentido, la energía eólica en la Patagonia será la base de la producción de hidrógeno y sus derivados. La energía eléctrica limpia y abundante permite obtener hidrógeno por electrólisis del agua. Ese hidrógeno es la base para obtener múltiples productos que serán insumos para la energía y la industria química.
Chirillo, por su parte, planteó frente a Simson una hoja de ruta bilateral que incluya, entre otros puntos, facilitar el “matching” entre oferta y demanda en operaciones de compra de GNL e hidrógeno renovable.
El Secretario de Energía determinó que buscarán un modelo energético exportador y que “Se dejará a la inversión pública como motor de las inversiones” para que sean las privadas las que cumplan ese rol.
Para que las inversiones se realicen, el Gobierno apuesta por la entrada en vigencia del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI): “es un oasis en el desierto para determinados sectores”, comparó el funcionario de la cartera energética.
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