Los relevamientos privados en supermercados arrojaron para el mes en curso una aceleración en el precio de los alimentos respecto a diciembre. Desde Eco Go señalaron que la tercera semana registró una variación de 1,7% en ese segmento con la carne vacuna al 2,3%. El índice agregado estuvo por encima del 1,2% que había marcado la anterior, y proyectaron que el acumulado de enero trepará a 4,9% mensual. Vale recordar que dicha categoría había mostrado un IPC del 4,7% para ese rubro en el último mes del año pasado, según el relevamiento del Indec.
Por su parte, la medición que realiza LCG tuvo un incremento del 1,6% en la última semana por lo que aceleró 0,8 puntos respecto al valor observado en la anterior. "El promedio de aumento semanal se ubica en un 1,5% en lo que va del mes, casi 0,7 puntos por encima del promedio del mismo período en los meses de noviembre y diciembre", comentó la consultora.
El índice que elabora el Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz (Ceso) mostró una desaceleración al 0,9%, con los alimentos frescos y artículos de limpieza que lideraron las subas con un 1,4% semanal. "Resaltan los pescados y mariscos (5,6%), las frutas y verduras (3,2%), fiambres (2,7%) y carnes (1,4%)", detallaron. De todos modos los aumentos de enero superan a los de diciembre, con los alimentos trepanado al 6% en el promedio de las últimas cuatro semanas.
La preocupación de los analistas está puesta ahora en la carne vacuna por el traslado a mostradores de los incrementos en el precio de la hacienda que creció entre un 15% y un 19% desde el viernes pasado cuando el salto había sido de hasta 25%. Hubo subas en comercios de entre $50 y $100 el kilo durante los últimos días, pero advierten que en las próximas semanas habrá un traslado de entre $300 y $400 para los cortes más consumidos.
Así lo explicó el presidente de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes (Ciccra), Miguel Schiariti: "Los aumentos se van a reflejar en el precio que paga el consumidor, aunque hay que ver si la demanda lo convalida porque con la pérdida de los salarios estamos en mínimos históricos de consumo. Las subas se explican por menor oferta ante los pronósticos climáticos más favorables los productores retuvieron hacienda para ver si pueden recuperar algo de la rentabilidad perdida en estos años y el atraso frente a la inflación del 2022".
Esto es una mala noticia para la intención que tiene el Gobierno de mostrar una desaceleración sostenida en los precios, sobre todo en un producto tan representativo en la mesa de los argentinos y su alta incidencia en la canasta de alimentos relevada por Indec. Después de un 2021 en el que la carne terminó casi 10 puntos arriba del IPC general del organismo estadístico, el año pasado esa dinámica se revirtió: el promedio de los cortes terminó con un alza acumulada del 42,2%, casi 25 puntos menor a una inflación del 94,8% anual.
El menor aumento de los precios de la carne vacuna durante 2022 respecto al grueso de los precios de la economía respondió, principalmente, a una sobreoferta del mercado producto de la sequía, ya que los ganaderos comenzaron a desprenderse de animales ante la falta de pasturas.
El precio de los alimentos se aceleró en enero, sobre todo en los frescos, y presiona al alza la inflación del mes. Hacia adelante preocupa la dinámica de la carne vacuna, que marcó una importante suba en hacienda durante los últimos días, la cual se trasladará a los mostradores y sumará un factor adicional que no estuvo presente el año pasado. La dinámica de este producto permitió que en 2022 el IPC no termine aún más cerca de los tres dígitos.
La dinámica mencionada permitió una mejora del poder adquisitivo de los salarios frente a la carne, aunque se mantienen en niveles muy magros. Por caso, la consultora Equilibra resaltó que la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte), que se ubicó en $184.210,25 en noviembre último, alcanzaba para comprar 152,4 kilos de asado. Eso implicó una mejora frente a los 112,7 kilos que se podían adquirir a finales de 2021 con dicho ingreso, pero una pérdida frente a los 197,7 kilos de diciembre de 2019.
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