Esta norma se aprobó en el Congreso argentino en 2019 y fue reglamentada en junio de 2021; pero aún siete de cada diez personas tienen problemas para encontrar ropa de su talle.
¿Qué pasó con la Ley de Talles? ¿Sabías que en nuestro país siete de cada diez personas tienen problemas para encontrar ropa de su talle? Esta poca diversidad puede generar problemas de salud, sobre todo porque muchas personas se van a exponer a realizar dietas muy restrictivas para encajar en determinados talles que impone una sociedad que es poco inclusiva.
Esta ley, que estamos esperando que se implemente, establece que la totalidad de la indumentaria destinada a la población a partir de los 12 años de edad, deberá ser fabricada, confeccionada y comercializada de acuerdo a los talles estandarizados, según las medidas corporales de la población argentina, y esto surge de un estudio antropométrico que estuvo a cargo del INTI.
Por lo tanto, ahora estamos a la espera de que la ley comience a aplicarse y vivamos en un país más inclusivo que respete las diversidades corporales, sin ningún tipo de discriminación.
Además, más de la mitad (56,9%) admitió que ganó peso durante la cuarentena. La falta de movimiento, el comer emocional, el picoteo, el aumento de las porciones y la falta de rutina tuvieron un impacto negativo en nuestro peso. Aquí 5 herramientas para adelgazar sin tomar los talles como parámetro.
1- Balanza
Es muy importante que lleves un control de tu peso y no te guíes, por ejemplo, por el talle de un jeans, porque cuando no te entre probablemente hayas aumentado 3 ó 4 kilos. Cada cuánto pesarte, lo vas a decidir vos. Hay personas a las que le genera ansiedad pesarse todos los días, y hay otras a las que les da seguridad. Como recomendación: por lo menos hacelo una vez por semana, por la mañana y siempre con la misma balanza.
2- Lleva un registro de comidas
Esta clase de registro puede ser escrito o con fotos, ya que está demostrado que las personas con sobrepeso declaran un 30% menos de lo que en realidad comen, que puede ser por negación o pudor. Esto te va a ayudar a tomar consciencia de qué comes, cuánto, o cuáles son los momentos de mayor hambre. Es muy fácil de hacer, tenés que anotar con la mayor cantidad de detalles posibles, qué comiste y a qué hora. Podés hacerlo antes o después de cada comida. O, si preferís el uso de la tecnología podés sacarle fotos a todo lo que comas y organizarlas por día. Vas a ver que una cosa es lo que comes y otra lo que crees que comes.
3- Contar pasos diarios
Hoy hay apps gratuitas que cuentan pasos y sabemos que el sedentarismo tiene un impacto directo en el sobrepeso y en la obesidad, e implica un aumento del riesgo cardiovascular incluso en personas delgadas. La idea no es que empieces ya a entrenar para una maratón, sino que el objetivo es movernos más, de a poco pero sostenidamente. La recomendación ideal es de 10.000 pasos al día. Yo te desafío a que cada día, a tu propio ritmo te muevas un poco más. Lo importante es que lo transformes en un hábito.
4- Crear ambientes seguros para regular la comida
Es importante que no compres grandes cantidades de aquellos alimentos que te disparen el picoteo o el descontrol alimentario. Los seres humanos no estamos preparados para dejar de comer alimentos sabrosos y placenteros que tenemos delante de nuestros ojos. Planificá la compra y el menú semanal, teniendo en cuenta alimentos placenteros pero en moderada cantidad.
5- Utilizá las redes sociales o Google para explorar sobre nuevas recetas
Anímate a probar diferentes alimentos y formas de preparación. Pero olvídate de utilizarlo para buscar dietas o productos de moda, que no solo no ayudan en la pérdida de peso, sino que pueden perjudicar de muchas maneras tu salud. Siempre que tengas dudas, consulta a un profesional. Y acordate que el cuerpo ideal, es una construcción cultural. Lo que buscamos es un cuerpo cómodo.
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