
Cada vez son más los argentinos que optan por medios digitales para realizar sus pagos y operaciones cotidianas, dejando de lado el uso del efectivo. Así lo confirma el informe más reciente del Banco Central sobre Pagos Minoristas, que refleja un marcado incremento en las transacciones electrónicas durante enero de este año.
Uno de los datos más destacados es el crecimiento sostenido de las transferencias inmediatas, tanto en pesos como en dólares. En el primer mes del año se registraron más de 544 millones de operaciones en moneda local, por un total superior a los $51 billones. Esta cifra representa una suba interanual del 41,6% en cantidad de movimientos y del 45,8% en volumen de dinero transferido.
La mayoría de estas operaciones (más del 75%) se realizaron entre cuentas identificadas por Clave Virtual Uniforme (CVU), lo que evidencia el rol protagónico de las billeteras virtuales como principal herramienta de los usuarios para mover su dinero.
Otro mecanismo que continúa ganando terreno es el código QR, ampliamente adoptado tanto por usuarios como por comercios. Solo en enero se concretaron más de 71 millones de pagos mediante este sistema, lo que representa un salto del 147% en comparación con el mismo mes del año pasado. Del total, el 57,6% de los pagos se hicieron desde cuentas bancarias tradicionales y el 42,4% desde cuentas de pago. En cuanto a los comercios, el 62,5% de las acreditaciones se hicieron en cuentas de pago, mientras que el 37,5% fueron hacia cuentas bancarias.
En contrapartida, el uso de cajeros automáticos muestra una caída sostenida. Según el índice Payway, durante el último trimestre de 2024 las extracciones descendieron un 4,21% en relación al trimestre anterior. Y si se compara con el mismo período de 2023, la baja supera el 12%. Esta tendencia confirma que el efectivo pierde protagonismo frente a las alternativas digitales más prácticas y eficientes.
Con un ecosistema financiero en plena transformación, los argentinos adoptan cada vez más herramientas tecnológicas para gestionar su dinero, evidenciando un cambio cultural que ya se consolida en todos los niveles de la economía cotidiana.
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