
“Del cepo no hay que salir rápido, sino que hay que salir bien. Vamos a hacerlo en la medida que los resultados vayan convalidando las medidas que estamos tomando. Por ahora está siendo más rápido de lo que se esperaba”, señaló, afirmando que al momento de asumir el actual gobierno había riesgo de hiperinflación y hoy ya hay líneas de crédito hipotecario a 30 años de plazo.
Además, al igual que Milei, consideró muy positivos los datos de inflación minorista de junio, que en el índice general dieron 4,6 por ciento. Caputo prefirió destacar en cambio la “inflación núcleo” (que excluye precios “estacionales” y “regulados”), que fue del 3,7%, igual que en mayo.
El 4,6% de inflación de mayo, subrayó, “fue un muy buen número. Y tengamos en cuenta que tarifas y recomposición de precios relativos pasan una vez. Por eso lo importante es mirar la inflación núcleo para ver cómo está bajando”.
Consultado sobre si la inflación “el mes próximo” volvería a bajar, Caputo dijo “esperemos que sí”, pero se cubrió señalando que no hay que mirar tanto el “mes a mes”.
“Tal vez julio se mantienen igual porque el dólar subió a $1.400; yo creo que eso no debería tener impacto, aunque sí puede tener un poco de volatilidad”.
Siempre sobre la inflación, el ministro recordó que siempre dijo que el peso pasaría a ser una moneda escasa. “En una competencia de monedas, todo el mundo dice que van a buscar el dólar. Pero los mercados buscan el bien escaso, que va a ser el peso, porque los impuestos se tienen que pagar en pesos. Esto va a fortalecer al peso y a contribuir a que la inflación baje más y más rápido”, dijo el ministro.
Además, consultado acerca de si el dólar a $1.500 le quita el sueño, Caputo respondió: “No, para nada. Soy un fundamentalista de la macroeconomía. El ministro aseguró incluso que “todos los dólares van a volver a bajar. Con las medidas que estamos tomando, el mercado de pesos tenderá a equilibrarse. La gente tendrá que demandar más pesos”.
“¿La brecha se va a volver a acortar”, le preguntó el entrevistador. “Sí, claramente”, respondió Caputo, y precisó que el nivel de la brecha “es importante para la salida del cepo. Este esquema monetario nuevo es para que caiga la inflación. Y así el dólar CCL va a tender a converger al dólar oficial y permitirá una salida del cepo más sencilla y no traumática para los argentinos. No nos apuramos, queremos hacerlo bien. La brecha va a tener a colapsar”.
Fue allí que emitió su frase más contundente sobre el flagelo al decir “a la inflación le estábamos ganando por puntos y esta es una mano de nocaut”. La nueva etapa del programa económica, remató, “debería ayudar fuertemente a que en los próximos meses (la inflación en la Argentina) vaya mucho más cerca de las inflaciones de un país normal.
Caputo insistió en que lo más importante para la estabilidad del dólar y los precios es “el orden macroeconómico”.
“Uno en la Argentina tiende a pensar que ya las vimos todas. Pero un orden macroeconómico así no se ha visto nunca”. Sí hubo momentos, señaló, donde durante un tiempo hubo cierto orden, apuntando como ejemplos los primeros años de la convertibilidad y los primeros años de la posconvertibilidad. Pero esos momentos de cierto orden macroeconómico, subrayó, “fueron porque antes hubo crisis, pero nunca hubo convicción, por eso la Argentina volvía a las andadas y todo se desbandaba”.
Caputo negó terminantemente que el FMI le haya pedido en algún momento que devalúe el peso y destacó en cambio el rápido apoyo de la entidad al anuncio de profundización del programa económico argentino con el inicio de la llamada “Fase 2″.
Por último, consultado sobre si podría llegar “dinero fresco” del Fondo, Caputo señaló que eso podría ser “en un nuevo programa, que es lo que tenemos que empezar a hablar ahora”.
Y cerró: “asumiendo que nos ponemos de acuerdo en las políticas fiscal, monetaria y cambiaria, puede haber plata adicional, sí. No es una garantía, yo no puedo hablar por el FMI. Pero sí puede haberla, claramente”
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