José Seoane, corredor público, agrimensor y responsable de la inmobiliaria Seoane fue consultado en FM Master’s respecto de la decisión del gobierno nacional de suspender la actual Ley de Alquileres que está vigente desde junio de 2020.

Al respecto señaló que “quedó demostrado que la nueva ley de alquileres ha sido un fracaso rotundo, un fracaso incluso de todo el arco político y recordar que esta ley de alquileres se impulsó bajo el Gobierno de Cambiemos, siendo que su principal impulsor fue Daniel Lipovetzky, y él llegó a reconocer públicamente que la ley fracaso, mientras cuando llega el gobierno de Alberto Fernández son quienes promulgan la ley, entonces yendo hacia atrás todos son culpables del fracaso de esta ley, nadie puede decir que no tuvo nada que ver con esta norma”.

Por tal motivo dijo que “esto nos llevó a un cuello de botella donde realmente la oferta ha desaparecido del mercado y si bien algo hay que hacer, también hay que cuidar las formas porque cuando el Presidente y el Ministro de Economía dicen vamos a suspender la Ley, como se va a suspender, el Ejecutivo no tiene esa incumbencias, a no ser que sea mediante un decreto que también es discutible, pero a mi forma de entender esto tiene que pasar por el Congreso, pero el problema es que el Congreso no está a la altura de las circunstancias y hace tres años que vienen debatiendo y no hay consenso para sacar una nueva ley”.

Seoane detalló que “hay dos puntos que son principalmente los más conflictivos, todo lo que tiene que ver con el plazo de locación que son tres años con la actual ley, recordando que antes eran dos, el tema de los ajustes, que ahora es anual, cuando antes se pactaban los ajustes entre las partes, esto para mi son los dos temas centrales y después otro de los puntos que anuncian y que generó mucho temor es que cuando se implementó la nueva norma AFIP es que todos los contratos de locación tienen que estar registrados, los departamentos en alquiler van a pagar ganancias y aparentemente las modificaciones también van a venir por el lado impositivo, todo esto esta generando mucha confusión, mucha angustia, la gente que actualmente está alquilando se tiene que quedar tranquila que hay derechos adquiridos y que por el momento todo esto son ideas, proyectos, se están diciendo muchas cosas por el momento, hay que mantener la calma”.

Puntualizó que “el caso de alquiler en el país vecino de Uruguay es un caso paradigmático, dado que ahí la contratación entre partes se puede hacer por seis meses o por un año, no hay un mínimo, en lo personal a mi no me gustan las regulaciones estatales, creo que cuanto más se mete la nariz en las cuestiones entre partes, no nos va bien, esto ya quedo demostrado, desapareció la oferta, se han metido entre las partes con un índice que es un algoritmo que a la gente las vuelve loca, nadie sabe que termina pagando, este mes dio un 91%, entonces si en 70 años más o menos fuimos caminando, las partes se fueron arreglando, cuando hay buena voluntad, pero llegaron las regulaciones, llegaron todos los iluminados, todos los cráneos que decían tener las soluciones a todos los males del mercado de alquiler y estamos en un cuello de botella en donde en la ciudad de Buenos Aires tiene un déficit de tres millones de viviendas”.

En este sentido dijo que “los propietarios tienen miedo, sacan a la propiedad de alquiler, por eso hay un montón de propiedades a la venta, no hay créditos, la última vez que se quiso reactivar el mercado inmobiliario fue con la nefasta experiencia de los créditos UVA, que en el único lugar en el mundo en donde no funcionó fue en Argentina y no debemos olvidar toda la gente que todavía sigue metida en estos créditos UVA, pero son las grandes problemáticas que tenemos en el mercado inmobiliario”.

Por último recordó que “existía una época en la que había el crédito hipotecario que para los inmobiliarios muchas veces tener varios departamentos en alquiler era un problema porque nadie quería alquilar porque el costo de un dos ambiente a comienzo de siglo era de 400 pesos o en los 90 y por 600 pesos pagaba la cuota de un crédito hipotecario y la gente compraba”.