Ayer inició la última semana sin elecciones o aprestos electorales. El domingo próximo, La Pampa dará inicio a un calendario caótico y agotador, que tendrá novedades y definiciones todos y cada uno de los meses. Es un proceso que recién terminará, si hay segunda vuelta, en noviembre. Más precisamente, el domingo 19, cuando se prevé que emerja, después de un casi inevitable balotaje, la persona que ocupará la Presidencia.
Con ese telón de fondo se entienden la aceleración de las negociaciones que se produjeron a uno y otro lado de la grieta, con la convocatoria, por un lado, de Alberto Fernández a armar la mesa política que tanto le viene reclamando el kirchnerismo, y el encuentro que este mediodía tendrá la Mesa Nacional de Juntos por el Cambio.
En ambos campamentos lo que prima es la rosca, los recelos y un estado deliberativo donde la única constante es la división por sobre la unidad, los desacuerdos y dos figuras que siguen dominando los resortes principales y el núcleo duro de sus coaliciones: los ex presidentes Cristina Kirchner y Mauricio Macri.
La incógnita central será si estarán ellos en las boletas o -como sugiere él y como ya anunció de manera rotunda ella- dejarán su lugar a otros, aunque detenten un fuerte poder de veto. ¿Se repetirá la traumática experiencia de un poder delegado o coincidirá esta vez el poder real y el formal?
Según un relevamiento sobre el que trabaja la Mesa Nacional de Juntos por el Cambio, el calendario electoral se pone en marcha esta semana de la siguiente manera:
Febrero
- Viernes 10, cierre de listas de candidatos en Neuquén.
- Domingo 12, PASO en La Pampa.
- Jueves 23, cierre de listas en Rïo Negro.
Marzo
- Sábado 18, cierre de listas en La Rioja (a confirmar).
- Sábado 25, cierre de listas en Salta y en San Juan.
- Martes 28, cierre de listas en Misiones y Jujuy.
- Jueves 30, cierre de listas de Tierra del Fuego (a confirmar).
Abril
- Miércoles 12, cierre de listas en Tucumán.
- Domingo 16, elecciones en Neuquén y Río Negro
- Sábado 22, cierre de listas en Corrientes y San Luis (a confirmar).
- Sábado 22, cierre de listas en Córdoba (a confirmar).
Mayo
- Martes 2, cierre de listas en Mendoza. (a confirmar)
- Domingo 7, elecciones en Jujuy, Misiones y La Rioja.
- Domingo 14, elecciones en La Pampa, San Juan, Salta, Tucumán y Tierra del Fuego.
- Sin fecha, cierre de listas en Santa Fe y Formosa.
Junio
- Domingo 4, elecciones en Corrientes.
- Sábado 10, cierre de listas en Entre Ríos (a confirmar).
- Domingo 11 elecciones en San Luis y PASO en Mendoza.
- Domingo 18, elecciones Córdoba (a confirmar).
- Sábado 24 cierre de listas de candidatos a Presidente, senadores y diputados nacionales; y Provincia de Buenos Aires. Cierre de listas en Ciudad de Buenos Aires (a confirmar).
- Sin fecha, PASO en Santa Fe.
- Sin fecha, elecciones en Formosa.
Julio
- Martes 4, cierre de listas en Catamarca.
- Sábado 29, cierre de listas en Chaco.
- Domingo 30, PASO en Entre Ríos.
Agosto
- Domingo 13, PASO a Presidente, diputados y senadores nacionales. PASO para cargos locales en Provincia de Buenos Aires y Catamarca. CABA (a confirmar)
Septiembre
- Domingo 17, elecciones en Chaco.
- Domingo 24, elecciones en Mendoza y Entre Ríos.
Octubre
- Domingo 22, elecciones a Presidente, diputados y senadores nacionales. Elecciones para cargos locales en Provincia de Buenos Aires, CABA y Catamarca.
Noviembre
- Domingo 19, segunda vuelta en las elecciones nacionales.
- Sin fecha, segunda vuelta CABA.
En cada una de estas fechas -de un calendario todavía incompleto, imprecisa y con negociaciones en marcha- se jugará el poder político de cada provincia, aunque la atención estará centrada en lo que ocurra entre junio, agosto, octubre y noviembre, cuando se definirán los nombres de quiénes estarán a cargo de las máximas autoridades nacionales, bonaerenses y, posiblemente, también porteñas. Primero con el armado de las listas y, después, cuando ocurra cada turno electoral.
“La política está metida en sus temas, que son importantes, pero la gente no tiene mucha idea de qué están discutiendo. De hecho todavía está abierta la posibilidad de que haya cambios de fechas y ni siquiera están los nombres de los candidatos”, explicaron a Infobae en una de las consultoras más requeridas por el círculo rojo y que asesora a ambos lados de la grieta.
“Hoy medir candidatos, preguntarle a la gente a quién va a votar es medio ciencia ficción. Es hablar de un país que no existe”, agregaron. La reflexión es oportuna si se la superpone con otros números, concretos, que exponen esa desconexión entre ciudadanos y políticos.
Es en base al microclima de las redes sociales, pero es una herramienta que permite aproximarse, al menos, al pulso de lo que discuten las minorías intensas. Aquellos que están conectados con la realidad y que participan de la discusión pública, incluso desde el anonimato que brinda las diversas plataformas.
En la investigación mensual que elaboró la consultora Ad Hoc, confirmó que el caso Fernando Báez Sosa -el joven asesinado por una patota que le quitó la vida a patadas y trompadas-, “fue el tema del mes al impactar fuertemente en la sociedad argentina. Las audiencias se hicieron eco conversando sobre el tema, movilizadas por el enojo, la indignación y la bronca hacia los acusados”. Según ese paper, durante el primer mes dle año “en el ecosistema digital se realizaron más de 97 mil menciones al tema”.
“La política continúa sin empatizar con la ciudadanía en el contenido y los temas. El intento (fallido) de humanización de los candidatos no tiene consecuencias concretas en la audiencia”, agrega. Tanto el caso Báez Sosa, como el impactante juicio por el caso de Lucio Dupuy -el pequeño de 5 años que fue asesinado a golpes por su madre y su madrastra, quien también los sometió a abusos sexuales reiterados- eclipsaron los temas políticos.
De todos modos, en el estudio de Ad Hoc se destacó que lo único “político” que tuvo impacto en la discusión estuvo relacionado con “las situaciones de impacto como el intento de golpe en Brasil, el pedido de juicio político a la Corte Suprema y la Cumbre de la CELAC”. Y un capítulo especial se lo llevó la obtención del Globo de Oro y la nominación para los Oscar como Mejor Película Internacional de Argentina, 1985.
En la compañía dedicada al asesoramiento y a la consultoría política, reconocían que los dirigentes y candidatos se encuentran ante una dificultad que queda patentizada en el sondeo realizado en las redes sociales. “La gente no quiere escuchar a los políticos. Ven un político y rajan. No se sienten interpelados ni creen que puedan darle una solución a sus problemas. Los ven, principalmente, como responsables de sus problemas. Es un momento muy difícil”, reconoció la misma fuente.
“Hay incertidumbre en la gente, pero también en la política, porque ni el Frente de Todos ni en Juntos por el Cambio tienen claro cómo se van a definir las candidaturas, los que quieren no lo dicen y muchos que dicen que quieren saben que no llegan”, consignó.
Juntos por el Cambio y un clima de rebelión
En La Escondida, de Palermo, a las 12, los integrantes de la Mesa Nacional de Juntos por el Cambio fueron convocados con dos objetivos: ordenar la interna, sobre todo atemperar el clima de rebelión en varias provincias, y escuchar los avances de los trabajos que están haciendo las fundaciones de los partidos que integran la coalición opositora.
Estarán los presidentes y autoridades de los partidos que integran la alianza y tendrán un lugar especial los presidenciables: Patricia Bullrich, Horacio Rodríguez Larreta, Gerardo Morales y Miguel Pichetto. Aunque lo esperan a Mauricio Macri, en lo más encumbrado del PRO no querían dar por seguro que se vaya a hacer presente. “No es del tipo de reuniones a las que le guste ir”, confesaba a Infobae uno de los convocados para este mediodía..
Lo concreto es que en Tierra del Fuego, Chubut, Neuquén, Mendoza, Tucumán y Cordoba el afecto societatis de Juntos por el Cambio está próximo a cero y hay temores de que ese clima de discordia termine impactando hacia el interior de la JxC. Ni las amenazas de sanciones ni el riesgo de quedarse sin nada ante la fragmentación de la oferta electoral está, por ahora, siendo suficiente para encarrilar la tensión que se registra en los márgenes de la alianza opositora.
Aunque esa discusión se llevará la atención de los invitados, se difundirá el análisis económico en el que trabajaron Eduardo Levi Yeyati (UCR), Hernán Lacunza (Larreta), Luciano Laspina (Bullrich), Matías Surt (Carrió), Carlos Sánchez Arnaud (Pichetto). Y el detalle del trabajo macri que vienen realizando las fundaciones del PRO (Pensar, a cargo de Franco Moccia); de la Coalición Cívica (Hannah Arendt, con Fernando Sánchez), de la UCR (Alem, que encabeza Agustín Campero), y de Encuentro Republicano (del equipo de Pichetto, que lidera Eduardo Mondino).
La definición clave estará en qué camino acordarán para ordenar las discusiones en las provincias, que si bien responden a lógicas locales, tienen el telón de fondo de las pulseadas que hay entre Macri, Larreta y Bullrich. Las fotos escenificaron la centralidad de Macri y la persistencia del peso de su liderazgo en la interna de JxC.
La deliberada indefinición que sobreactuó el ex presidente, en sus encuentros con ellos y con Pichetto, lejos de favorecer la unidad, alentó la lógica distorsiva del internismo.
El Frente de Todos y el factor Massa
Alberto Fernández utilizó Twitter -el ágora más propia del FdT cuando tiene que definir candidatos e internas- para convocar a la misma mesa electoral que durante meses rechazó. Más que una claudicación fue una nueva muestra de rebeldía y, si se analiza con perspectiva cáustica, sus tuits se parecen, más que una rendición, una provocación.
Lejos de establecer delegados para que una mesa chica empiece a definir “efectividades conducentes”, estrategias y candidatos, el Presidente propuso una convocatoria más bien aluvional. No sólo no baja su postulación, como le exigen desde el ultra cristinismo, sino que llama a gobernadores que -como lo expone el calendario- ya se desligaron en todo de la suerte presidencial. Como decían las madres de antaño, “al que no le gusta la sopa se le dan dos platos”.
Desde la semana pasada, cuando todavía no había trascendido el chateo vía Telegram, una fuente con acceso al despacho de Cristina Kirchner adelantaba que el objetivo era bajar la tensión, dejar atrás el “incidente Wado” -por el choque entre el ministro Eduardo De Pedro con Alberto Fernández- y encarar una tregua para empezar a enhebrar acuerdos políticos.
Mientras el interlocutor hablaba con este cronista, la aparición de las declaraciones de Andrés “El Cuervo” Larroque tratando de “ingrato” al Presidente parecieron reinstalar el clima de guerra.
La decisión de convocar a la mesa electoral, aunque no es con el formato que reclamó con vehemencia Máximo Kirchner, distiende el vínculo áspero entre dos de los tres socios principales de la coalición de gobierno. Sergio Massa, como el tercero, ya confirmó que el Frente Renovador estará en la convocatoria presidencial, mientras sigue enviando señales.
En el Ministerio de Economía resaltan que hasta Domingo Cavallo reconoció en los últimos días que se logró estabilizar un rumbo que venía en dirección a un colapso. Resaltan como activo el ordenamiento logrado en las principales variables que la traumática salida de Martín Guzmán había desquiciado. “Agarró un fierro caliente, paró la pelota y permitió que el Frente de Todos incluso al día de hoy todavía esté competitivo”, dicen en su entorno.
Saben, igual, que el Gobierno tendrá que desactivar una de las varas que innecesariamente auto impuestas vinculadas a los precios. Entienden que la inflación difícilmente tenga el 3 adelante pero resaltan que van a sostener una tendencia a la baja después de marzo, un mes que por la estacionalidad escolar nunca suele registrar números inferiores a febrero.
Aunque subraya en público, en privado, en confianza o sin ella que el calendario electoral es su última preocupación y que su familia es un límite infranqueable en cualquiera aventura electoral, en el Frente Renovador reivindican que en el ordenamiento macro, la pulseada entre precios y salarios a favor de estos últimos y niveles de empleos altos sostienen la competitividad, a pesar de todo, de la coalición gubernamental.
Tercera vía o AMBA
Mientas el Frente de Todos y Juntos por el Cambio redoblan el paso, en el mundo que no participa de la grieta las cosas están igual de inciertas. El gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, continúa con sus movimientos destinados a generar una masa crítica para terciar en una discusión donde el peronismo y el radicalismo que no se identifican con el liderazgo de Cristina y Macri está en un no lugar.
En esa construcción embrionaria un factor tiene, también, un peso decisivo: el rechazo a los emergentes de la nueva cartografía política, que es el AMBA. Schiaretti tiende puentes con el santafesino Omar Perotti -que prepara desde la Legislatura su trinchera ante un derrota previsible- el entrerriano Gustavo Bordet o el sanjuanino Sergio Uñac, quien está jugando su futuro con una reelección que prevé conseguir no sin esfuerzos.
Igual, esa pretensión choca con la necesidad de que se defina u ordene la sucesión que los peronismos en las provincias tienen que dirimir entre el próximo domingo y fines de mayo y principios de junio. Recién para ese tiempo, creen en esa órbita del caudillismo federal, podrán sentarse, en serio, a discutir un lugar.
Les queda, igual, por descifrar qué representará para sus liderazgos Javier Milei, el libertario que transita en el fondo del paisaje. “Es un rockstar, pero una cosa es sacarse una selfie y otra es ponerle el voto -creen en su entorno- Más adelante va a estar más claro si es o no lo que parece”.
Compartinos tu opinión