Remarca que “el tema de la tasa de productividad no es un tema menor a la hora de analizar cualquier opción de reducción de jornada con mismo salario, ya que ese factor es lo que definirá la sustentabilidad del camino elegido”.
El especialista sostiene que “en el caso de Argentina, tenemos un marco regulatorio laboral que presenta muchas asignaturas pendientes en relación a la dinámica del mundo del trabajo actual y los trabajos del futuro, que no contempla los nuevos formatos de trabajo que han venido imponiéndose con el avance de la tecnología y los cambios sociales, de modo que sería poco efectivo abordar un debate sobre la reducción de la jornada laboral sin hacerlo con una mirada integral que aborde las principales materias pendientes de nuestro marco normativo”.
“La semana laboral de 4 días requiere de nuevas dinámicas del día a día del trabajo, su implementación también dependerá de las distintas posiciones en una organización, va más allá de la flexibilidad, de dónde están ubicadas físicamente las personas o si tiene buena conexión a internet; sino de una revalorización de la calidad del tiempo, las prioridades a la hora de afrontar un desafío laboral, se deberá medir la productividad en base al alcance de objetivos y se ponen en juego también otras cuestiones más profundas, como la confianza y la responsabilidad de los empleados”, dice por su parte Claudia Sadowyk, Gerente de Negocios y Servicios de Bayton.
Alternativas para reducir la jornada laboral
Además, hay que tener en cuenta que bajo el paraguas de "reducción de la jornada laboral" conviven iniciativas con un mismo objetivo pero diferente abordaje, ya que en algunos casos se trata solo de bajar el total de horas semanales de trabajo, por ejemplo de 40 a 36 y nada más –como se aprobó en Chile-, en otros de establecer una jornada diaria de 6 horas en lugar de 8, en otros de una jornada semanal de 4 días, y dentro de esta opción, las que contemplan misma cantidad de horas concentradas en 1 día menos, como la de Bélgica, y las que también prevén reducción de horas totales. En toda esta diversidad de abordajes está el abanico de opciones que pueden analizarse para arribar a alguna conclusión sobre los beneficios que pueden tener o no una reducción de la jornada laboral en caso de aplicarse.
La experiencia en la Argentina de la semana laboral de 4 días
Entre las empresas más conocidas que en la Argentina aplican esta modalidad está Unilever. Otras lo están probando con buenos resultados. En una charla que organizó Great Place To Work tres compañías contaron la experiencia.
Judith Irusta, CPO & People Officer de Quales Group, especializada en soluciones de datos, afirmó que la decisión de implementar esta modalidad estuvo inspirada por el objetivo fundacional de la empresa de poner a “las personas en el centro” y acompañar esa premisa con hechos.
“En el camino de crecer, entendimos que estábamos preparados para implementar algo distinto. Fue así que nos interiorizamos sobre esta nueva modalidad que se está aplicando en distintas partes del mundo”, comentó. Para eso, decidieron ponerse en contacto con distintas empresas que ya tenían implementada este esquema laboral, para conocer sus experiencias.
“En agosto del año pasado, empezamos con una prueba de 3 meses, aclarándole al equipo que el negocio debería seguir funcionando, porque de lo contrario no se podría sostener en el tiempo. Esa prueba finalmente fue exitosa y decidimos que esta medida nos seguirá acompañando. Ya pasaron 6 meses desde su implementación y estamos felices con los resultados”, relató Irusta.
Sobre los resultados, ejemplificó que, a partir de esta medida, el 98% del equipo se siente satisfecho por formar parte de la compañía, según las mediciones internas que realizaron. “Es un número muy alto. Pero más allá de las estadísticas, lo vivimos en el día a día. En toda mi trayectoria profesional nunca me había pasado de acompañar un cambio organizacional de esta índole y que tenga tanto impacto en las personas. Recibimos comentarios como que, gracias al beneficio, pueden compartir más tiempo con sus familias. Nos sentimos súper orgullosos y contentos, porque lo más valioso para las personas es el tiempo”.
Por su parte, Margarita Solivellas, Directora de Recursos Humanos & Administración de Midas Consultores, contó que comenzaron en 2021 a aplicar la jornada de 4 días. “Evaluamos varias alternativas, hasta que surgió la posibilidad de aplicar la semana laboral reducida, algo que en ese momento parecía bastante loco. En Argentina, solo había una empresa muy chica que lo aplicaba, con muy poca gente y tampoco lo hacía todas las semanas. Sí había casos en otros países, como Finlandia y Alemania”.
Al principio, comenzaron con una implementación parcial. “Durante un mes, en vez de tener un día de trabajo menos por semana, hicimos medio día. Empezamos en septiembre del 2021, por eso lo llamamos experiencia primavera, y ya en octubre pusimos en práctica la semana reducida en su plenitud. De acuerdo a la organización de cada equipo, se definía si cada persona se tomaba el viernes o lunes. Al principio, lo planteamos como un beneficio que impactara en la vida de nuestros colaboradores. Pero en realidad es una oportunidad y no un beneficio, porque la idea es que funcione para todo el equipo de manera integral”.
En tanto, María Florencia Morales, Líder de Desarrollo Corporativo de Global Think Technology, comentó que aplicaron esta modalidad dentro de un plan llamado “G-2024”, que tiene 5 pilares fundamentales: equipo, imagen, valores, comercial/marketing y tecnología.
En este contexto, la implementación de la semana reducida formó para del pilar de equipo. “En la industria tecnológica hay una alta demanda de los servicios profesionales y además existe una alta rotación de personal. Consientes de eso, lo primero que hicimos es analizar si otras firmas en Argentina y del resto del mundo lo estaban haciendo. Vimos que compañías de Gran Bretaña, Holanda y Bélgica estaban adelantadas en ese sentido”.
Por último, Morales contó que plantearon su puesta en marcha, desde principios de 2022, de forma gradual en 4 fases. “En agosto, empezamos con la fase 1, que implicaba un viernes libre al mes. Mientras que, a fines de 2022, decidimos adelantar la segunda instancia, en la que nos encontramos ahora, con dos viernes libres al mes. Este plan implica, por supuesto, una serie de evaluaciones y seguimientos”.
Compartinos tu opinión