El ajuste implementado por el gobierno de Javier Milei para evitar una hiperinflación, según la perspectiva oficial, dejó dos imágenes impactantes: por un lado, la miseria en la que viven muchos argentinos; por otro, la importancia que aún mantienen, aunque insuficientes, los programas oficiales de asistencia para contener la pobreza extrema.
Durante el primer trimestre de 2024, marcado por la devaluación de diciembre y el severo ajuste en las cuentas públicas impulsado por el Gobierno, la indigencia habría afectado a uno de cada cuatro argentinos si se hubieran eliminado las transferencias monetarias o subsidios a los sectores más vulnerables.
Según datos de la consultora exQuanti, basados en la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Indec, sin la intervención de los planes oficiales de asistencia, la indigencia en los primeros tres meses del año habría alcanzado un 24,7%. Esto representaría un aumento de siete puntos porcentuales en solo un trimestre (en el cuarto trimestre de 2023, la indigencia sin planes se ubicaba en 17,7%). Comparado con el primer trimestre de 2023, el incremento sería de 11,5 puntos porcentuales, partiendo de un 13,2%.
A pesar de los esfuerzos del Gobierno por proteger a los más vulnerables, la indigencia aumentó significativamente –incluso con planes actualizados– en el primer trimestre de este año. Según los datos procesados por exQuanti, la indigencia se situó en 20,3% durante este período. En el cuarto trimestre de 2023, había sido de 14,6%, y un año antes, de 8,9%.
El Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina (UCA) también reflejó un panorama similar. Durante el mismo período, la indigencia se ubicó en 19,1%.
Impacto en dos niveles
"Claramente estamos ante un proceso de empobrecimiento en dos niveles", señaló Agustín Salvia, coordinador del Observatorio de la Deuda de la UCA, en una entrevista con LA NACION. "Observamos cómo las clases medias bajas caen en la pobreza en términos estadísticos y monetarios, principalmente debido a la disminución del poder adquisitivo, sin posibilidad de compensar esa pérdida de ingresos con más trabajo, lo que se traduce en una disminución de las capacidades de consumo", explicó.
"Por otro lado, hemos venido destacando que el mayor impacto de esta crisis se manifiesta en los sectores donde los programas sociales ya no son suficientes para mantener un nivel mínimo de pobreza extrema", agregó Salvia.
Buena parte de los trabajadores informales, incluso aquellos que reciben programas sociales, han visto una disminución en su capacidad para generar trabajo y ofrecer bienes y servicios, lo que ha resultado en un empobrecimiento marcado, exacerbado por la caída del poder adquisitivo de sus ingresos. Este fenómeno ha estado relacionado, en gran medida, con la reducción de oportunidades laborales.
Según los datos oficiales procesados por exQuanti, el impacto de los planes sociales es menos significativo en la pobreza que en la indigencia. En el tercer trimestre, según los microdatos de la EPH, la pobreza con planes sociales alcanzó el 55%. Sin los planes, habría sido de 55,4%.
En cuanto a los ingresos de los hogares pobres, el 7,4% proviene de subsidios y transferencias directas del Estado durante el primer trimestre de este año. Para los hogares indigentes, esta cifra fue del 17,9%, el porcentaje más bajo registrado desde al menos 2016.
Si se extrapolan estos datos a la población total del país, estimada en 47.067.641 personas, se calcula que en el primer trimestre había 25,8 millones de pobres y 9,5 millones de indigentes, con la asistencia de los planes sociales.
“El Presidente siempre ha afirmado que la ministra Pettovello tiene la chequera para asistir en todo lo que sea necesario", subrayó un funcionario en conferencia de prensa. "Nuestra prioridad es erradicar la pobreza y la indigencia", afirmó.
Apoyo estatal en cifras
Según el Ministerio de Capital Humano, dirigido por Sandra Petovello, desde el inicio del gobierno de Milei, la Asignación Universal por Hijo (AUH) se incrementó en un 137,5% entre diciembre de 2023 y junio de 2024. Asimismo, el monto de la Tarjeta Alimentar aumentó de $22.000 en diciembre del año pasado a $52.259 en la actualidad. "Con esta asistencia, se alcanza de manera directa a 4.017.814 niños de 0 a 17 años", informó el ministerio.
Además, el ministerio informó que actualmente se atiende a 4.223 comedores comunitarios, y se está avanzando en la incorporación de más espacios. A partir de agosto, también se incrementó en un 40% la cápita de las raciones y los módulos alimentarios. Se han distribuido 2.583.221 kilos de alimentos a escuelas vulnerables, y en septiembre se iniciará la entrega de más de 2.000.000 kilos de alimentos para la emergencia alimentaria en las provincias, según el Índice de Carencias Múltiples (ICM).
La cartera también indicó que en noviembre de 2023, con una inflación del 15% mensual, la suma de la AUH y la Tarjeta Alimentar cubría el 64,3% de la canasta básica. Actualmente, con una inflación del 4,6%, ambas prestaciones cubren el 86,4% de la canasta básica alimentaria, según datos del IPC del Indec.
Es importante señalar que los datos del primer trimestre no reflejan aún la desaceleración de la inflación que se registró posteriormente, ni tampoco el repunte en el empleo privado registrado, según el SIPA, que ha mostrado una recuperación de los salarios a pesar de la caída interanual.
Los datos más recientes sobre el empleo en un nivel más amplio del segundo trimestre se publicarán el 19 de septiembre. En el primer trimestre, el desempleo aumentó ocho décimas interanual, alcanzando un 7,7%.
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