El CEO de la energética alemana Wintershall Dea, Mario Mehren, aseguró que la Argentina posee un potencial para abastecer de energía a Europa por muchos años y destacó la construcción del Gasoducto Néstor Kirchner para ampliar la capacidad de transporte de gas de Vaca Muerta, al tiempo que ratificó el proyecto offshore Plan Fénix en Tierra del Fuego.
Mehren llegó al país con el canciller alemán Olaf Scholz, como miembro de la delegación empresarial en el viaje protocolar a Argentina del fin de semana pasado. Desde ese comitiva empresaria señalaron que el viaje a Sudamérica reveló la “creciente importancia” de la región para Alemania y Europa, tanto como “socio de valor” en relaciones políticas y económicas, así como en cuestiones energéticas y en la lucha contra el cambio climático.
"Argentina es uno de los países más importantes de nuestra cartera global. Especialmente en el sector energético, el país ofrece un enorme potencial, entre otras cosas, por los recursos de gas existentes”, explicó Mehren, quien también resaltó la construcción del Gasoducto Néstor Kirchner.
“Argentina se encuentra en proceso de ejecución de proyectos de infraestructura a gran escala necesarios, como la ampliación de la red nacional de gasoductos, para aprovechar así este potencial. El objetivo principal es conseguir la independencia de las importaciones de energía como primer paso, y luego establecer a Argentina como proveedor de energía en el mercado mundial, más allá de las exportaciones regionales existentes”, analizó el directivo germano, y aseguró que “si esto se logra, Argentina también tendría potencial para suministrar energía a Europa a largo plazo”.
En ese marco, el CEO afirmó que Wintershall Dea apoya a Argentina “en este camino con nuestra experticia y muchos años de experiencia en el país” y recordó que su “atención se centra en la producción responsable de gas natural en las regiones de Tierra del Fuego y Neuquén, en la que ya estamos realizando una importante contribución al suministro energético de Argentina”.
Offshore en Tierra del Fuego: 15 años de gas a partir del 2025
Wintershall Dea tiene 45 años de historia en el país y es uno de los mayores productores de gas del país. La empresa, con raíces en Alemania y con sede en Kassel y Hamburgo, explora y produce gas y petróleo a escala mundial en 12 países en Europa, América Latina, Oriente Medio y norte de África y todavía en Rusia, de donde anunció que se retira definitivamente. En total, posee 2.000 empleados en todo el mundo.
Actualmente planea importantes nuevas inversiones en la expansión de la producción de gas frente a la costa de Tierra del Fuego. Allí, tiene una participación del 37,5% en la concesión de producción de gas más austral CMA-1 (Cuenca Marina Austral 1), cuya producción cubre un 15% de la demanda doméstica de gas natural.
En el CMA-1, los alemanes desarrollan junto con el operador francés TotalEnergies y su socio local Pan American Energy (PAE) el proyecto Fénix, con un inversión total del consorcio de u$s700 millones. Con una producción máxima prevista de 10 millones de metros cúbicos de gas al día, se prevé que Fénix suministre importantes volúmenes de gas natural durante más de 15 años a partir del 2025.
Proyectos de Hidrógeno y reducción de emisiones
Pero Wintershall Dea también respalda los esfuerzos del Gobierno argentino para descarbonizar el sistema energético. En 2022 la alemana pasó a formar parte del consorcio nacional del hidrógeno “H2ar”, una iniciativa multisectorial para promover la economía del hidrógeno en Argentina. “Con esta incorporación, Wintershall Dea refuerza su compromiso como actor clave en la transición energética del país”, subrayaron.
De hecho, hasta el 2030 la compañía busca reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en las categorías Scope 1 y 2 en todas sus actividades -tanto propias como ajenas-de exploración y producción hasta llegar a un nivel neto cero.
Su promesa es reducir su propia intensidad de emisiones de metano por debajo del 0,1% para 2025 y evitar por completo la quema rutinaria de gas asociado. Adicionalmente, tienen previsto reducir las emisiones derivadas del uso de hidrocarburos mediante la aplicación de tecnologías de CAC y de hidrógeno de bajas emisiones de carbono, con lo que esperan crear un negocio que reduzca entre 20 y 30 millones de toneladas de CO2 para 2040.
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